CANARIASVENEZUELA

martes, 18 de noviembre de 2008

VOTO Y HONESTIDAD


Editorial
Ayer, como en esos domingos tristes que los venezolanos decentes ven pasar entre desgano y rabia, la presidenta del Consejo Nacional Electoral afirmó que el sistema automatizado de votación está listo. Pero ¿para quién? ¿Para el Gobierno, para los candidatos oficialistas o para el resto de los ciudadanos que quieren expresar su voto? 
Si alguna confianza hay en que los comicios del 23 de noviembre van a ser respetados, ello reside en la forma en que los integrantes de la oposición se han organizado para vigilar y garantizar el secreto del voto y la limpieza de los escrutinios, ante estas bandas de delincuentes electorales promovidas desde Miraflores.

A nadie le importa que la mayoría oficialista del CNE declare que "todo está listo" para las elecciones del 23 de noviembre, porque esa frase le suena al pueblo como cheque sin fondo. Los venezolanos, en cada mesa y en cada circunscripción electoral, se ocuparán de vigilar el proceso electoral, cosa que no hacen estos señores que cobran millones de bolívares cada mes, se rodean de escoltas y se olvidan de la institucionalidad de sus cargos.

En verdad, Venezuela entera le está pidiendo a las máximas autoridades electorales algo de decoro, de dignidad y de coraje: que le planten cara al presidente Chávez y le exijan respeto a la ley electoral. Pero le tienen miedo, y el jefe del Estado usa los recursos del erario público para desarrollar una de las campañas más deshonestas y cobardes de que se tenga noticias.

A bordo de los aviones de la FAV, de los vehículos asignados a Miraflores y de los transportes militares de Fuerte Tiuna, hace campaña, pero las damas directoras del CNE miran hacia otro lado. No sienten que eso es malo, consideran que el hecho de que VTV transmita 24 horas a favor del Gobierno es "normal". Pues, que les vaya bien, y que las pise el tren de la historia, y que las deje planas moral y éticamente. Pero que no se les ocurra ir en diciembre a gaitear al Zulia.

Una de las cuestiones básicas de este proceso bolivariano es cómo los funcionarios van perdiendo poco a poco su dignidad.

Es como un largo y fastidioso striptease político, y la imagen no es injusta sino dolorosa. La gente que escoge el Gobierno para dirigir algo (sea CNE, Tribunal Supremo, Fiscalía, Defensoría) siempre termina enredada en supuestas trácalas y vicios de tanta oscuridad que los venezolanos nunca sabemos si son verdad.

Pero lo parecen... y eso es lo grave.

El deterioro ético y moral del Gobierno lo lleva, día tras día, a transgredir cualquier norma que impida el triunfo de sus enloquecidas ideas. Ayer, María Corina Machado recordó en este periódico que los venezolanos no podemos olvidar el compromiso que tenemos el próximo 23 de noviembre: "Si la reforma (propuesta por Chávez) hubiera sido aprobada, ¿cuál sería nuestra realidad hoy? ¿Sería mejor o sería peor? (...) Las sociedades democráticas van imponiendo barreras a los regímenes autoritarios". Sí, votemos con ganas para derrotar a los peones de Miraflores.

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