CANARIASVENEZUELA

lunes, 17 de noviembre de 2008

ABANDONADOS POR EL GOBIERNO

Llegamos a la crisis con Pdvsa endeudada, imposibilitada de obtener nuevos créditos.
MARTA COLOMINA

Esta semana se encendieron todas las alarmas en los países productores de petróleo cuando, por primera vez en 22 meses, la cesta OPEP cayó por debajo de los $50 el barril y la venezolana a $45, quince por debajo de lo contemplado en el presupuesto de 2009, ya de por sí deficitario para un gobierno corrupto y dilapidador. En la OPEP muchos están convencidos de que la caída de la demanda es irreversible, tal como reconoce la AIE de EEUU al prever que esa disminución podría alcanzar 1,1 millones de barriles diarios solo en ese país.
Las economías china e india se están enfriando y disminuirán sus compras de petróleo. El jueves Alemania reconoció oficialmente estar en recesión, anunció que podría extenderse a otros países de la zona euro. La caída de las bolsas se adelanta a la recesión generalizada de la que sufrirán poco o nada aquellos países petroleros que decidieron sensatamente ahorrar divisas a través de un fondo que hoy cuenta con miles de millones de dólares, como hicieron Noruega, Arabia Saudita y otros.

En Venezuela, Chávez no escuchó (ni escucha) voces tan sensatas como las del Dr. Maza Zavala y destacados economistas y empresarios, que le recomendaban conciliar con el sector privado para fortalecer la producción nacional y crear un fondo de ahorro con el superávit de los ingresos petroleros para ser utilizado ante una eventual caída de los precios. Prepotente y obsesionado con ser el heredero ideológico de Fidel Castro, Chávez, comenzó a regalar nuestros recursos en el continente con el propósito de extender el proyecto castrista.

Llegamos a la crisis con Pdvsa endeudada, imposibilitada de obtener nuevos créditos y con una producción declinante de 2,3 m/b/d; un sector productivo devastado por el acoso de Chávez, que ve en todo empresario a un “enemigo de la revolución”; y reservas internacionales de $40 mil millones, de las cuales apenas $32 mil millones son operativas, monto que apenas alcanza -como dijera Maza Zavala- para ocho meses de importaciones.
 
Chávez se ha pateado más de $ 37 mil millones que irresponsablemente le han dado Pdvsa y el BCV y transformó su cuento del “desarrollo endógeno” en una economía de puertos. Declaraba Maza Zavala a Unión Radio que “nos hemos acostumbrado al dispendio, a la expansión incesante del gasto público, al aumento de las importaciones, al despilfarro, hasta regalar los recursos del petróleo a otros países e incurrir en gastos enormes en armamentos que no vamos a utilizar (&) Hemos llegado a niveles insostenibles, por eso es que cualquier baja de los precios petroleros puede causar conmoción si no reajustamos las conductas públicas”.

Pero Chávez no “reajusta las conductas públicas”; muy al contrario. Sigue comprando armas a Rusia y a China por $ miles de millones, mientras Pdvsa recorta su aporte a las misiones y los hospitales y escuelas se mueren de mengua. Contrastemos la falta de gobierno ante puentes caídos, miles de damnificados sin atención, ríos y quebradas desbordados por las últimas lluvias en Venezuela, con la velocidad de la genuflexa AN en aprobar 45.717.840 millones de bolívares fuertes “para la restauración de los daños causados por los huracanes que azotaron a Cuba”.

Indignado por ese dispendio insultante a favor de los cubanos mientras no se atiende a millones de venezolanos abandonados a su suerte, un vecino del barrio Nueva Esparta, nos envió este correo: “Estimada profesora: como se recordará, a raíz del derrumbe del viaducto N° 1 de la autopista Caracas-La Guaira, el barrio Nueva Esparta empezó a ser desalojado y cuando iban por el 90% de repente se detuvo el desalojo y quedamos abandonados en este sector sin agua, sin luz, sin transporte, sin escuela, sin médicos, sin gas doméstico y sin nada. Sería imposible describirle todas las penurias que hemos pasado desde entonces.
 
Esta es una situación que clama al cielo. Aquí los malandros se metieron en una casa y violaron a dos niñas, una de 10 años y la otra de 12, se meten en nuestras casas y nos quitan todo: neveras, cocina, lavadora y todo eso que nos ha costado comprar. Ya varios vecinos se han ido huyendo, aún sabiendo que al abandonar el barrio pierden la opción de que el Gobierno les dé casa, porque éste asume que si se fueron del barrio es porque ya tienen donde vivir. Los niños dejaron de estudiar porque no todos pueden pagar el pasaje hasta una escuela en Catia”. ¿Con qué cara puede Chávez pedirle el voto a quienes confiaron en él y han sido abandonados en plena bonanza petrolera?

Con razón el diputado Ismael García nos dice que “a medida que avanzan las horas hay una rebelión silenciosa, un terremoto electoral de quienes se sienten engañados y saben que el futuro de sus hijos y el destino de la patria es lo que está en juego”.

PD: todos a votar el 23N. Si te abstienes le regalas tu voto al Gobierno.

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