El Estado venezolano asumió ayer, a través de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), el control de las casi 2.000 gasolineras del país, en cumplimiento con la nueva Ley de Reordenamiento del Mercado Interno de Combustibles que establece la administración total de la venta de combustible por parte del Estado venezolano.
La nueva normativa ha generado gran polémica entre los propietarios de las gasolineras, quienes han hablado incluso de una posible “expropiación” por parte del Gobierno de Hugo Chávez, porque además exige el cambio de imagen y, posiblemente, la modificación del nombre.
En tanto, Chávez arremetió contra el líder de la oposición, Manuel Rosales, a quien acusó de querer huir del país por “golpista, ladrón, fascista”, y pidió a los cuerpos de seguridad y de inteligencia que lo vigilen “porque lo tengo ´pillao´, manejo información de que planea irse como tanto ladrón se ha ido, que no se vaya el bandido ese, preso tiene que ir” dijo Chávez.
Rosales, por su parte, alertó de un “plan terrorista” de Chávez, para amedrentar a la población que votará el próximo domingo, sacando a la calle “tanques de guerra” si gana la oposición.
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