CANARIASVENEZUELA

jueves, 20 de noviembre de 2008

INTERCAMBIO EDUCATIVO ENTRE VENEZUELA Y REINO UNIDO

Lecciones latinas

Primero fue el petróleo barato para los autobuses de Londres. Luego el alcalde de esa ciudad asesoró a las autoridades de Caracas sobre el tráfico. Ahora, el más reciente vínculo entre las dos zonas es en el tema de la educación


Durante la última semana, un grupo de maestros de 10 escuelas británicas en la provincia de Hertfordshire, al norte de Londres, se encuentran trabajando en una de las zonas más marginadas de la capital venezolana como parte de un intercambio educativo denominado Clases Conectadas.

El programa, en el que sus homólogos venezolanos visitarán escuelas en Londres y Hertfordshire el próximo año, está diseñado para mejorar la manera en que, tanto Venezuela como el Reino Unido, abordan la enseñanza en ambientes sociales difíciles.

“Hemos estado trabajando en escuelas en circunstancias particularmente desafiantes”, le dijo a la BBC Steven Connors, director del profesorado de la escuela primaria de Manor Fields en Hertfordshire.

“Aunque están en zonas marginadas de la ciudad, hemos encontrado que las escuelas sirven a sus comunidades de una manera asombrosa. Son oasis de calma y orden donde los niños pueden tener esa oportunidad en la vida de adquirir una educación”.

Después de sostener una reunión con el ministro de Educación de Venezuela, los maestros esperan ahora que el proyecto Clases Conectadas, que es supervisado por el Consejo Británico, se extienda a las escuelas estatales bolivarianas por todo el país.

“Estamos al comienzo de lo que espero será un fuerte vínculo entre nuestros colegios”, dijo David Winters, jefe de maestros de la escuela Mitcham en el sur de Londres.

“Hemos discutido maneras en que los niños trabajarán en proyectos compartidos y estaremos utilizando video y correos electrónicos para intercambiar historias, poemas, afiches, arte producido por los alumnos”, señaló Winters, en conversación con la BBC.

“Así que promete ser un proyecto emocionante y valioso para las escuelas de ambos”.

Peligrosidad

Aunque el gobierno venezolano disputa las cifras exactas, Caracas es considerada como una de las ciudades latinoamericanas más peligrosas con uno de los índices de homicidios más altos en la región.

Los barrios pobres donde los maestros británicos trabajan, como Petare, 23 de Enero, La Vega y El Junquito, son unos de los más afectados.

“Es un problema en común para el Reino Unido y Venezuela, tanto que nuestros colegas venezolanos se sorprendieron de escuchar la gravedad del asunto en nuestro país”, añadió Winters.

Pero, ¿cómo se puede aprovechar en las escuelas inglesas la experiencia de los maestros venezolanos frente a la violencia y los problemas sociales en sus comunidades?

Mejores ciudadanos

“Son muy sólidos en el área de los valores”, señaló el maestro británico. “En inculcar a los alumnos la idea de que cuando crezcan deben ser mejores ciudadanos y de que no pueden permitir que la situación existente en Caracas continúe”.

“Quieren que los niños luchen por un futuro mejor y eso significa que la población en general enfrentará menores riesgos de crimen y criminalidad”.

La filosofía social de la parte inglesa proviene del programa nacional de ese gobierno que vincula la educación de la niñez con otros servicios sociales, conocido como Cada Niño Importa.

Soraya Colmenares, del Consejo Británico y originaria de uno de los barrios, dice que el concepto de Cada Niño Importa era algo que los maestros venezolanos querían adaptar a sus propias circunstancias.

“Los maestros venezolanos también estaban muy interesados en las ideas británicas de estándares y autoevaluación”, expresó.

“Eso es algo que quieren usar para evaluar qué tan bien están progresando a través del tiempo y en relación consigo mismos”, añadió.

Hay críticos que dirían que hay problemas inherentes en usar los criterios educativos del gobierno británico en escuelas venezolanas.

¿Habría peligro de que se convierta en un ejercicio sancionado en el que maestros occidentales le demuestran a sus contrapartes latinoamericanas como “se deben” hacer las cosas?

Steven Connors rechaza esa idea: “Ésta es una asociación de iguales. Hemos aprendido tanto de los venezolanos como ellos de nosotros”.

“Me han hecho reevaluar a mi comunidad escolar y cómo puedo mejor servirla. Así que me marcho como un director de profesorado diferente a cuando llegué”.

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