CANARIASVENEZUELA

viernes, 27 de noviembre de 2009

Una década de Revolución chavista

Preparado por Instituto Libertad y Desarrollo (Chile).


Firmantes:
Álvaro Vargas Llosa: Independent Institute (EE.UU.)
Carlos Alberto Montaner: Internacional Liberal (Cuba)
Carlos Ball: AIPE (Venezuela)
Rocío Guijarro: CEDICE Libertad (Venezuela)
Cristián Larroulet: Libertad y Desarrollo (Chile)
Martín Krause: ESEADE (Argentina)
Gerardo Bongiovanni: Fundación Libertad (Argentina)
Oscar Ortiz: Fundación Nueva Democracia (Bolivia)
María Luisa Brahm Instituto Libertad (Chile)
Miguel Flores: Fundación Jaime Guzmán (Chile)
Marcela Prieto: Instituto de Ciencia Política (Colombia)
Margaret Tse: Instituto Libertade (Brasil)
Dora Ampuero: Instituto Ecuatoriano de Economía Política (Ecuador)
Carlos Sabino: Universidad Francisco Marroquín (Guatemala)
Guillermo Peña: Instituto Veritas (Honduras)
Rolando Espinosa: Centro de Estudios en Educación y Economía, A.C. Academia de Investigación Humanística A.C (México)
Edwar Enrique Escalante: Andes Libres (Perú)
Enrique Ghersi: CITEL (Perú)
Ian Vásquez: Cato (EE.UU.)
Julian Morris: International Policy Network (Gran Bretaña)
Otto Guevara: Movimiento Libertario (Costa Rica)
Tapia, José Luis: Instituto de Libre Empresa (Perú)
Descarga el documento en pdf aquí

Resumen ejecutivo
Para conmemorar el Día Internacional de la Libertad y los 20 años de la caída del Muro de Berlín, 22 instituciones de América Latina han preparado un detallado documento en donde exponen los temas más importantes de estos diez años del gobierno de Hugo Chávez.
El estudio “Una década de Revolución Chavista” presenta los hitos políticos, económicos y sociales más importantes.
A través de un análisis sobre el deterioro institucional, el programa social y las distintas medidas políticas y económicas se busca exponer el camino que ha seguido Chávez y cómo ha transformado al gobierno venezolano en una Democracia que en la práctica no respeta la libertad ni los derechos de sus ciudadanos.
Introduccion
La causa esencial de la Revolución Bolivariana es buscar más y mejor nivel de vida para todos, en la lucha por instalar en Venezuela un nuevo sistema social, económico, político: el socialismo criollo, a lo venezolano.
— Hugo Chávez Frías
Al asumir Hugo Chávez la presidencia de Venezuela, hace ya más de una década, se comprometió con la puesta en marcha de un proyecto nacional, regional e internacional de izquierda radical, bajo la consigna de conformar una gran nación latinoamericana, “como lo soñara Simón Bolívar”.
En ese entonces, Chávez se presentó como un antisistema y prometió terminar con los vicios de la política tradicional venezolana, pero tras diez años no ha hecho nada para resolver los problemas del viejo régimen, en tanto que la crisis general institucional no sólo continúa, sino que ha empeorado. Su concepto de Estado asistencial se ha visto afectado por la baja en el precio del petróleo y el cambio constitucional -realizado en 1999- no ha sido garantía de mejoras sociales que tengan sustento en el largo plazo.
Con el fin de alcanzar sus objetivos, ha utilizado todos los recursos a su alcance -algunos abiertamente ilegales o rayando en la legalidad- para presionar y coartar el accionar de todos aquellos que no coinciden con él, incluyendo el pasar por encima del estado de derecho, de las libertades individuales, la libertad de expresión y la justicia.
Desde que Chávez llegó al poder, Venezue¬la se vio inmersa en una serie de consultas electorales que comenzaron con el llamado a una Asamblea Constituyente, la que no estaba prevista en la Constitución vigente, y culmina¬ron con su reelección presidencial el 3 de diciembre del 2006, prolongando su mandato hasta diciembre de 2012, pudiendo reelegirse indefinidamente gracias a la enmienda aprobada en enero de este año. A través de esas consultas, y mediante una eviden¬te manipulación de la opinión pública y las instituciones, el Presidente fue tomando control absoluto del país.
El resultado de lo anterior, ha sido que Venezuela a partir del año 2003 perdió su calificación de país Libre, especialmente por las transgresiones a las libertades civiles, como lo evidencia el Índice de Democracia de Freedom House y por consiguiente el fracaso en el fortalecimiento de una verdadera democracia más estable y segura.
El presente documento centrado en los cambios efectuados durante la “revolución chavista”, en el panorama institucional, político y económico de Venezuela, tiene como objetivo demostrar que tras una turbulenta década, el país ha desaprovechado su ventaja -por el alto precio del petróleo- de convertirse en un ejemplo de crecimiento económico y desarrollo democrático.
El Deterioro Institucional
Desde que asumió el poder en 1999 Chávez inició una profunda reestructuración de las instituciones del país. Un año después de su triunfo impulsó la creación de una nueva Constitución que creó un modelo político denominado de democracia participativa y protagónica cambiando el nombre del país a República Bolivariana de Venezuela.
Según la Constitución de 1999, la República es un Estado democrático y social de derecho y de justicia, organizado en forma Federal con fundamento en el principio de la descentralización. Se preservan en esa Constitución, en general, los derechos civiles, políticos y económicos que ya venían del ordenamiento constitucional precedente. Entre los principios que acoge la Constitución económica se encuentran el de libertad económica y el derecho a la propiedad, limitados solamente en los términos que fijen la Constitución y la ley en función del interés colectivo. La expropiación sólo procede por causa de utilidad pública y social, mediante sentencia firme y mediando el justo pago de indemnización (Pensar en Venezuela, 2009).
Sin embargo, estos principios han sido consistentemente vulnerados por el Ejecutivo, con la anuencia y el respaldo de los restantes poderes públicos. La centralización del poder y el culto a la personalidad del Presidente Chávez han ido en detrimento de los poderes locales.
El resultado inevitable es la polarización política de un país donde la violencia y la retórica radical se incrementaron. Tras la aprobación de la nueva Constitución el régimen afrontó varios intentos, tanto constitucionales como inconstitucionales, de deponer al Presidente. En abril de 2002 enfrentó un golpe de Estado que lo alejó del poder por 48 horas; a finales de 2003 tuvo un prolongado paro nacional, pero en agosto de 2004 emergió victorioso de un referéndum revocatorio. A partir de esa fecha y apuntalado por los altos precios del petróleo y una oposición dividida pasó a la ofensiva. Los frenos y equilibrios moderadores del poder ejecutivo prácticamente desaparecieron, en la medida en que las instituciones estatales claves como la Fiscalía General, el Tribunal Supremo de Justicia, el Consejo Nacional Electoral y las Fuerzas Armadas cayeron progresivamente bajo el control del Presidente Chávez y de sus más leales seguidores.
El Informe de Crisis Group (2007), señala que el poder cada vez mayor de Chávez también se refleja en la tendencia hacia el debilitamiento del gobierno regional, la concentración de la información sobre las actividades gubernamentales y el nombramiento de militares, en servicio activo o retirados, en cargos civiles claves. En este esquema ha colocado a la Nueva Reserva Nacional, la Guardia Territorial y los grupos armados no oficiales bajo su mando exclusivo, al mismo tiempo que ha establecido estructuras militares paralelas que eventualmente se podrían utilizar para intimidar a los opositores.
Como denuncian los 18 economistas de la Asociación civil Pensar en Venezuela (2009), en agosto de 2007, con el expreso propósito de construir una economía y un Estado Socialista, en abierta violación a lo dispuesto en la Constitución de 1999, el Presidente promovió, mediante un referéndum, la aprobación de un proyecto de reforma constitucional que permitiría su reelección indefinida, introduciría nuevos conceptos de propiedad de los medios de producción, con el consiguiente debilitamiento del régimen de propiedad privada, y definiría una nueva “Geometría del Poder”, según la cual, se anularía la descentralización y se concentraría un poder omnímodo en el Presidente de la República. Todo ello con el objeto de imponer un sistema de planificación central de la economía y el sometimiento y control de los niveles de gobierno de elección popular, es decir, gobernaciones y alcaldías. Aunque el proyecto fue rechazado por el 51% de los votantes, la Asamblea Nacional aprobó, a fines de 2007, el Primer Plan Socialista de la Nación (2007-2013) y en julio de 2008 el Presidente aprobó los 26 decretos-leyes que habían sido rechazados por la mitad de los votantes en la consulta.
En el último tiempo, se ha intensificado la utilización de las instituciones democráticas como un medio para neutralizar a la oposición política y debilitar al gobierno local y regional. Las autoridades de oposición electas han sufrido hostigamientos, han sido objeto de procesos judiciales ilegítimos y hasta les han disminuido poderes para administrar recursos, sin respetar la legitimidad de sus cargos y la voluntad popular.
Hoy el orden democrático en Venezuela se ve amenazado, ya que la creciente vulnerabilidad del sistema judicial y la manipulación política socavan el Estado de Derecho. Como se aprecia en el cuadro Nº 1 el Banco Mundial entiende que uno de los elementos básicos de la gobernabilidad es el estado de derecho y el control de la corrupción. El estado de derecho es la medida de confianza en el acatamiento de las reglas de la sociedad, incluyendo los derechos sobre la propiedad privada, así como la acción de la Policía y los Tribunales de Justicia contra el crimen. La caída de este parámetro en Venezuela fue de -0,69 a -1,47 durante el último decenio, evidenciando el deterioro de la gobernabilidad en ese país.
Cuadro N° 1: Estado de Derecho en Latinoamérica


El puntaje va desde -2,5 a +2,5, mientras más alta mejor estado de derecho.
Fuente: Governance Matters, Banco Mundial.
Como ha denunciado Transparencia Venezuela, la filial de la organización internacional Transparencia Internacional (TI), la percepción que tienen los venezolanos sobre la corrupción ha empeorado. Desde la llegada al poder de Chávez el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) de Transparencia Internacional no ha logrado alcanzar una puntuación igual o superior a 3 (Cuadro N° 2), cuando 10 es percepción de ausencia de corrupción.
Cuadro N° 2: Índice de Percepción de Corrupción (IPC)

Como sostiene Human Rights Watch (2004) el Presidente Hugo Chávez y sus aliados han venido adoptando medidas para asumir el control del Poder Judicial, erosionando la separación de poderes y la independencia del sistema judicial, a través de medios que violan los principios fundamentales de la Constitución venezolana, imponiendo un sistema donde la voluntad del gobernante desplaza el Estado de derecho y se socavan los derechos de los ciudadanos.
Usando la evolución reciente del país en las escalas de Freedom House (2009), se concluye que Venezuela ha sufrido un decaimiento tanto en lo que respecta a derechos políticos como en relación a las libertades civiles. En diez años Chávez ha logrado transformar una democracia frágil, pero pluralista, en un régimen semi-autoritario.
Cuadro N° 3: Democracia

Si bien hay libertades que siguen existiendo, y las elecciones se siguen manteniendo, el sistema de frenos y contrapesos se ha convertido en inoperante. El gobierno no negocia con las fuerzas de oposición, el Estado insiste en socavar la autonomía de la sociedad civil y la ley se invoca en su mayoría para sancionar a los opositores y no para limitar el gobierno.
Seguridad Civil
El deterioro institucional ha generado un contexto de inseguridad y conflicto social. Venezuela aparece como el país más inseguro del mundo, en donde la delincuencia tiene a veintiséis mil millones de venezolanos en un profundo temor. “Las cifras de las víctimas de la delincuencia organizada superan la centena cada fin de semana, siendo lo sectores más pobres los más afectados”. (Comisión de Asuntos Exteriores de la Oposición Venezolana, 2009)
Según los expertos, existe una carencia de políticas adecuadas para el combate contra la delincuencia. Esto ha significado la pérdida de 150 mil vida humanas en estos diez años de gobierno chavista.
En ésta década, la desesperanza y la frustración se han apoderado de los ciudadanos venezolanos. “El populismo y las demagógicas promesas se toparon con la incapacidad y la incompetencia y corrupción gubernamental, concluyendo en un paquete de iniciativas inconexas” (Comisión de Asuntos Exteriores de la Oposición Venezolana, 2009).
Panorama Político
La Revolución Bolivariana acabó, en sus primeros siete años, con quinientos años de analfabetismo. Estamos dejando atrás la democracia representativa y dándole vida a la nueva democracia revolucionaria, participativa, donde el pueblo impone las decisiones.
— Hugo Chávez Frías
Chávez ha logrado desviar muchas críticas al señalar correctamente, que Venezuela ha celebrado más elecciones desde 1998, cuando llegó a la presidencia, que cualquier otra nación de la región.
Todas las elecciones fueron ganadas por él con la única excepción del referéndum de diciembre de 2007.
Como han señalado los observadores internacionales estas elecciones han sido libres en relación a la ceremonia del voto. Sin embargo, han aumentado las denuncias de fraude y los índices de abstención, en tanto que las condiciones en que se desarrollan las campañas favorecen fuertemente a los sectores oficialistas.
El sistema electoral está diseñado para crear el espejismo de la mayoría . Como denuncia la Asociación civil Súmate, el padrón de votantes ha crecido un 52% en 10 años gracias a programas intensivos de cedulación (emisión de cédula de identificación) manejados por el gobierno de manera poco transparente . Además contrario a lo que se esperaba, la automatización ha empeorado la precisión y robustez de los resultados electorales, como señala Álvaro Vargas Llosa (2009) las máquinas “captahuellas” que registran las impresiones dactilares en los centros de votación permiten a las autoridades rastrear la identidad de quienes votan en contra de Chávez .
Otras formas de control “democrático” incluyen la enorme expansión del Estado. Casi 5 millones de venezolanos —el 28 por ciento del padrón electoral— dependen de él para su subsistencia. Si sumamos a sus familias y las Fuerzas Armadas, hablamos de la mayoría de los votantes (Álvaro Vargas Llosa, 2009).
A su vez, la movilización política de respaldo a Chávez descansa especialmente en el uso de los recursos públicos. Es así como, en contra de la ley que prohíbe la financiación estatal para las campañas, la propaganda oficialista se intensifica en el período pre-electoral. La maquinaria chavista domina las transmisiones de radio y televisión.
Como señala el informe de Human Rights Watch (2008), a pesar de que a principios de la presidencia de Chávez existía una casi absoluta mayoría de canales privados de televisión hostiles a su gobierno, hoy la situación es completamente diferente. Ha aumentado la diversidad de los medios estatales y la fuerte inversión en esa área, construyendo un imperio mediático. El Gobierno controla 72 estaciones de televisión, 400 radioemisoras y 18 periódicos de cobertura local y nacional (Ocando, 2008).
Chávez utiliza arbitrariamente los medios de comunicación estatales y se encuentra en continuo conflicto con los medios privados. Bajo el argumento de que los medios se comportan como un partido político, y que manipulan la información en función de sus intereses, ha desarrollado una relación de confrontación con ellos.
Sus actitudes autoritarias han logrado establecer una dictadura mediática que ha socavado la calidad del debate público y uno de los cimientos principales para el progreso democrático: la libertad de expresión. Cada vez son más explícitas las amenazas y presiones. Esto se evidencia en el informe anual de la organización no gubernamental Freedom House, donde Venezuela desde el año 2003 figura entre los “países sin libertad de prensa“ (Cuadro Nº 4). Venezuela y Cuba son los únicos países de América Latina "sin libertad de prensa", situándose a un nivel más bajo que Irak.
Cuadro N° 4: Libertad de prensa

Esta situación también queda en evidenciada en el último informe del Banco Mundial “La Gobernabilidad Importa, 2009”, se observa que Venezuela empeoró significativamente en la última década en representación democrática y rendición de cuentas del gobierno (Voice and Accountability) .
Otra modalidad relevante de censura, son las denominadas cadenas presidenciales que se contemplan como instrumento de “razón de estado” en la Ley de Telecomunicaciones. Chávez hace abuso de este derecho, entre los años 1999 hasta agosto de 2008 se contabiliza un total de 1.091 horas de transmisión (Correa, 2008: 34).
Dichas transmisiones, como denuncia Reporteros Sin Fronteras (RSF, 2009), se caracterizan por la violencia verbal del presidente Chávez, que se materializa después en acciones de activistas y otros seguidores del gobierno con el fin de causar terror e intimidar a los propietarios de medios de comunicación y periodistas independientes.
Como la prensa se ha convertido en el mayor enemigo con el que se ha topado la instauración del modelo socialista del siglo XXI, ya hace dos años –mayo de 2007- revocó la concesión del canal Radio Caracas Televisión (RCTV). Esta situación encerraba un objetivo estratégico, porque era el único canal no estatal que transmitía con cobertura nacional. Hay que destacar que aún existen canales de televisión privados en Venezuela, como Televen o Venevisión, pero éstos siguen la línea chavista, por lo que más que mostrar una línea propia comulgan claramente con las propuestas del Gobierno. En la actualidad sus dardos apuntan contra el último canal de televisión abierta independiente, llamado Globovisión. Dadas las amenazas y violentos ataques de que es objeto, el medio se encuentra protegido por medidas provisionales otorgadas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), desde el 2004 y ratificadas el 29 de enero de 2008 .
Pero esta ofensiva contra la televisión no ha sido suficiente, a partir del 2009 el Gobierno venezolano anunció la apertura de procedimientos administrativos para revocar la concesión al menos a 240 emisoras de radio, que representan el 40% del total bajo control privado en el país. Lo que se comenzó a ejecutar diligentemente a partir del 31 de julio, quitando hasta la fecha 63 concesiones.
También los medios impresos se han visto acosados por el Gobierno y otros entes del Estado. Como denuncia Súmate (2005), durante los años 2002, 2003 y 2004, al igual que los medios televisivos y las emisoras de radio, las sedes de oficinas de periódicos fueron atacadas por simpatizantes del Gobierno de Chávez. Igual suerte corrieron cientos de reporteros quienes salían a trabajar con chalecos antibalas, cascos y máscaras antigás para protegerse de los ataques de la Guardia Nacional y de grupos violentos seguidores del Presidente .
En sus informes anuales desde el año 2000, diversas organizaciones nacionales e internacionales (Human Rights Watch, Comisión Internacional de Derechos Humanos, Parlamento Europeo, Reporteros Sin Fronteras, Sociedad Internacional por los Derechos Humanos, Sociedad Interamericana de Prensa) , han venido reflejando estas violaciones de los derechos humanos y su incremento en los últimos años. En este sentido, el gobierno de Chávez ha adoptado una postura de abierta confrontación frente a los defensores de derechos humanos y las organizaciones de la sociedad civil, que han sido objeto de hostigamiento judicial, acusaciones infundadas, e iniciativas para excluirlos de los foros internacionales y restringir su acceso al financiamiento internacional.
Es así que con la vaga excusa de “defender la paz social”, se restringe la libertad de expresión y se censura. Pero no es posible la democracia sin libertad de expresar la opinión y sin medios libres de la presión del Gobierno.
Panorama Económico
Este proyecto nacional bolivariano va rumbo a un socialismo nuevo. No se trata de copiar nada, tenemos que inventar nuestro propio modelo de desarrollo.
— Hugo Chávez Frías
En los últimos cinco años el crecimiento de la economía de Venezuela ha venido cayendo de manera sostenida. El país vivió una profunda crisis en los años 2002 y 2003, en los que el PIB se contrajo un 8,9% y un 7,8% respectivamente.
Sin embargo, sólo en el año 2004 tuvo una transitoria recuperación. En los años siguientes, el crecimiento ha caído, esperándose que el 2009 la economía se contraiga un 1,5%. Esto ha sucedido a pesar de que los precios internacionales del petróleo alcanzaron el máximo histórico en el período previo al inicio de la crisis financiera internacional.
Programa Social: Luces y Sombras
A finales de 2003, una vez controlada la Empresa Estatal de Petróleos de Venezuela (PDVSA) y con la importante alza en el precio del crudo, el gobierno de Chávez se embarcó en ambiciosos proyectos sociales, que se convirtieron en una herramienta electoral. Desembolsando grandes sumas de dinero se lanzaron una serie de programas, los que denominaron “misiones” para abordar problemas en varios frentes, entre ellos educación, salud, abastecimiento de alimentos, empleo y vivienda, con el objetivo de recapturar el apoyo de los sectores más pobres. Estos planes son administrados por comisiones presidenciales, de manera ineficiente y en muchos casos corrupta, de acuerdo a lo que reflejan los índices y ranking respectivos, muestran que están lejos de ser eficientes.
El sector primario exportador petrolero es la pieza fundamental para el financiamiento del modelo, que además, es fuertemente dirigido por el Estado, lo que lo hace aún más vulnerable. Tal como se muestra en el cuadro N° 5 la dependencia que tiene la economía con el petróleo se transforma en una amenaza para los organismos sociales que busca impulsar el Gobierno, ya que no podrá financiarlos a largo plazo porque es imposible pronosticar el precio del crudo en un mercado que no necesariamente se sustenta en el tiempo. La fuerte caída que ha sufrido este año refleja la sensibilidad que tiene la economía a las fluctuaciones en el precio del petróleo.
Esta dependencia genera inestabilidad en el crecimiento nacional, lo que pone en riesgo la sustentabilidad de los planes sociales, teniendo como consecuencia grandes fluctuaciones en los índices de pobreza.
Cuadro N° 5: Evolución del Saldo de Cuenta Corriente

(% PIB) en Venezuela
Fuente: JP Morgan.
Desde el año 1999 en adelante, se observa una disminución en los niveles de pobreza –medida por ingreso- lo que se relaciona con el aumento creciente en el gasto público. Según los datos de la CEPAL la pobreza bajó de un 49,4% en 1999 a un 28,5% en el 2007; mientras que la indigencia o pobreza extrema pasó del 21,7% al 8,5% en el mismo periodo (ver cuadro Nº 6).
Cuadro N° 6: Magnitud de la pobreza e indigencia

(en % total de personas)
Sin embargo, como señala el Banco Mundial las tasas de pobreza son volátiles debido al también inestable crecimiento de la economía, lo que trae como consecuencia, en líneas generales, que los niveles de pobreza sigan siendo altos al compararlos con los crecientes niveles de ingresos del país en la década.
En los últimos cuatro años se ha registrado un incremento del gasto social, aumento que no se había percibido desde 1990.
Como señala José Guerra, ex Director de Estudios Económicos del Banco Central, en Venezuela “en 10 años han tenido más dinero que un siglo de gobiernos precedentes. Son recursos enormes con los que se hubiera podido encarar y resolver problemas estructurales, pero eso no se ha hecho” (Márquez, 2009).
En tanto Carlos Malamud, Director de Investigaciones sobre América Latina del Instituto Real Elcano argumentó que “el chavismo no aprovechó la bonanza petrolera para cimentar bases de una economía diversificada”.
Las medidas sociales aplicadas, si bien con una impronta populista, han arrojado algunos logros en aspectos determinados y le han valido una aprobación popular principalmente de los sectores más desposeídos que están cautivos en el asistencialismo. No obstante, los resultados de su gestión son pobres y los pilares del Estado de Derecho están seriamente debilitados por sus prácticas autoritarias. Adicionalmente ha habido una gran pérdida o fuga de capital humano que debilita a las empresas especialmente públicas y también a las privadas.
En el balance de los programas sociales de Chávez hay luces y sombras, pero el problema es que se actuó políticamente y sin prestar atención a la sustentabilidad de estos planes en el largo plazo.
Además del financiamiento de los proyectos sociales a nivel nacional, Chávez también apoya este tipo de planes a nivel regional, un ejemplo son las exportaciones de petróleo subvencionadas. Todo esto ha ayudado a Venezuela a crear una red de leales aliados en América Central (Nicaragua), el Caribe (Cuba), la zona andina (Bolivia y Ecuador) e incluso en el Cono Sur (Argentina). Pero esta lealtad, tanto interna como externa, depende crucialmente del dinero del petróleo. Si los precios del crudo caen, o si sufren por un deterioro del nivel de producción, este apoyo político podría erosionarse significativamente (Isbell, 2007).
Indicadores Económicos
Al evaluar el rendimiento de la economía venezolana en términos de su crecimiento en la última década se aprecian, tras fuertes caída durante el año 2002 y 2003 (Gráfico N° 3), períodos de gran inestabilidad política.
En los últimos años la economía se ha ido deteriorando en todos sus indicadores, desde el peak alcanzado el 2004 (Cuadro N°7). Ese año fue fruto de un ajuste tras dos años de fuerte contracción, lo que no necesariamente representa un crecimiento. Lo único positivo, fueron los mayores ingresos experimentados por el alza del petróleo, en el 2007 y 2008, pero la mala utilización que se hizo de estos recursos impidió que tuvieran un efecto de largo plazo en la capacidad productiva y en el crecimiento del país.
Cuadro N° 7: Crecimiento económico y Precio de Petróleo

Fuente: Institute of International Finance (IIF)
Como lo demuestra el cuadro N° 8, en la última década la especialización petrolera se ha hecho extrema, ha pasado a ser casi una dependencia total. En el año 2008 las exportaciones de esta materia prima representaron el 95% del total de las exportaciones de Venezuela. Esto último fue impulsado por la fuerte alza que experimentaron los precios internacionales del petróleo.
Cuadro N° 8: Exportaciones de petróleo

(como % del total de las exportaciones)
Fuente: Institute of International Finance (IIF).
Es así como las cifras revelan una situación vulnerable que se agudiza con los bajos precios del crudo, pero aún más por el descenso en la producción, una situación que puede hacerse irreversible si no se realizan importantes inversiones y mantenimiento. Según un estudio oficial elaborado por expertos de Empresa Estatal de Petróleos de Venezuela, la producción de las empresas mixtas cayó de 346,000 barriles por día a 267,000 barriles entre el 2006 y el 2009, una diferencia de unos 80,000 barriles diarios de crudo en tres años (Miami Herald, 22.10.09). Situación que se mantendrá, ya que la empresa estatal funciona como un proyecto político: produce menos petróleo que hace una década atrás, mientras que su deuda casi se ha duplicado (The Economist, 2009).
La bonanza petrolera apoyó políticas de expansión de la demanda agregada a través del acelerado aumento del gasto público, el impulsor de un crecimiento importante a partir de 2003 hasta 2008, cuando los síntomas de agotamiento se manifestaron con claridad.
Así, el aumento en el gasto público venezolano presenta un incremento muy significativo desde hace casi tres años. Ese aumento lo sitúa, como se aprecia en el cuadro Nº 9 para el 2004 y el 2005, en uno de sus niveles más elevados en su historia. Generando gran ineficiencia económica y fuertes desequilibrios macroeconómicos.
Cuadro N° 9: Gasto Público del Gobierno Central

(Billones de Bolívares)
Fuente: Institute of International Finance (IIF).
Sin embargo, como afirma el documento de los 18 economistas (2009), el desequilibrio de los mercados y la incapacidad de la política monetaria del Banco Central contribuyeron a crear intensas presiones sobre los precios de los bienes, especialmente los de primera necesidad. El gobierno ha enfrentado estas presiones inflacionarias con controles de precios, de cambio de monedas y una penetrante represión sobre el aparato productivo privado, cada vez que supone conductas alejadas de sus propios parámetros, los cuales resultan ajenos por completo a las realidades de la economía y de los mercados. Estas presiones inflacionarias se han agravado por la monetización de la deuda, estrategia que ha llevado adelante el Gobierno.
La contraparte de la falta de disciplina fiscal y el gasto creciente ha sido la dificultad para controlar la inflación. Esta creció a tasas mayores a pesar de los controles de precios y de cambios de 2003, y de la red de mercados populares (Mercal) puesta en marcha el mismo año. El gobierno endureció las sanciones legales el 2007, explicando inflación y episodios de escasez como consecuencias de especulación y acaparamiento. No obstante, como se observa en el cuadro Nº 10, la inflación oficial a nivel nacional se había incrementado de un 18,7% a un 30,6% en el 2008, lo que la convierte en la más alta de Latinoamérica.
Cuadro Nº 10: Tasa de Inflación

(Var.% promedio año)
Fuente: Institute of International Finance (IIF).
La elevada inflación contribuye fuertemente al declive del poder de compra de los consumidores venezolanos, afectando también el nivel de inversión en el país.
Los programas de nacionalización también se han extendido al sector eléctrico, las telecomunicaciones y la industria del cemento. Además, Chávez controla la banca local, lo que queda demostrado con su compra del Banco de Venezuela del grupo Santander. Esto ha provocado una disminución en la inversión interna y en la proveniente del extranjero, con lo que ha intensificado el deterioro de la capacidad productiva de la economía venezolana. Los datos de CEPAL muestran que Venezuela atrajo US$646 millones en inversión interna y extranjera en el 2007, mientras que Colombia y Perú consiguieron US$9.000 millones y US$5.300 respectivamente. Venezuela fue incluso superada por países relativamente pequeños en términos económicos, como El Salvador y República Dominicana, que atrajeron cerca de US$1.500 millones cada uno.
A la situación económica del país tampoco aporta la errática política monetaria, que ha llevado adelante el Banco Central de Venezuela, controlado directamente por el Ejecutivo, así como tampoco contribuye la creciente carga burocrática del Estado, ni el precario estado en que se encuentran los derechos de propiedad. Los desequilibrios que están presentando la economía y el sector público venezolano se han traspasado también a importantes empresas públicas, afectando con ello a la estructura productiva del país en su conjunto. Esto está incidiendo en la competitividad de las empresas estatales, las que bajo el gobierno de Chávez han adquirido un peso cada vez mayor en la economía nacional.
Cuadro N°11: Comparación entre Chile y Venezuela en el Índice de Competitividad del Foro Económico Mundial

Fuente: World Economic Forum.
Cuadro N°12: Índice Doing Business del Banco Mundial

Posiciones en el Ranking para cada categoría en el informe 2009-2010
Fuente: Banco Mundial.
En materia de competitividad, Venezuela es el país más rezagado de la región, ubicándolo en la posición 113. Esto contrasta con el lugar que ocupa Chile, número 30 (Cuadro N° 12). Al comparar estos dos países vemos que Chile tiene una expansión más grande que Venezuela (Cuadro N° 11), lo que se debe a que las variables comparadas en el índice se mueven de manera diferente, esto porque Chile tiene instituciones más estables y cualitativamente mejores que las venezolanas.
Tal como se puede ver en cuadro N° 12 Venezuela, a pesar de poseer un recurso de la importancia del petróleo, está lejos de acercarse a países como Brasil, México y Colombia.
Conclusión
El resultado tras diez años de administración chavista acentúa una dependencia casi total del ingreso petrolero, la que ha sido instrumentalizada, para concentrar el poder político y económico. El gobierno ha inducido un patrón de inestabilidad económica que repercute en la producción, el consumo, la inversión y el empleo productivo, y de allí que ha comprometido las posibilidades de desarrollo integral que se esperaban con el alto precio del petróleo.
A ello se agrega el avance del proceso de deterioro institucional, y pérdida del capital humano, pues los poderes públicos son cada vez más parciales y dependientes del Ejecutivo. La ausencia de un instrumento importante de control del actuar público, que se suma a la desaparición de los frenos y contrapesos del poder, tienen como resultado inevitable la erosión del sistema democrático, que debe estar fundado en el pluralismo.
Chávez defiende la legitimidad de su gobierno invocando sus orígenes democráticos, pero ha convertido a su país en un Estado que vive una democracia plebiscitaria, pero no como ampliación de la democracia republicana, sino como algo que se le opone. La democracia no se agota en su origen, sino que requiere del ejercicio democrático, que supone respeto a las minorías y un Estado de Derecho efectivo, componentes que no existen actualmente en Venezuela.
En estos diez años, su gobierno ha dejado de cumplir varias de sus promesas, no ha sido capaz de encarar los problemas como la delincuencia, la violencia y la corrupción que han aumentado significativamente y pueden generar inestabilidad social. De hecho, se ha ido generando mayor movilización social en el último tiempo, encabezada por los estudiantes.
Las acciones de Chávez nos muestran como cada día Venezuela atenta contra la Democracia, transformándose en un Gobierno ilegítimo. Además, el nivel de vida de los venezolanos ha caído a niveles alarmantes debido al gasto ineficiente de los ingresos petroleros. Junto con ello, con el ALBA se ha impedido la integración de la región, dificultando la unión de las naciones Latinoamericanas.
Si continúa acentuándose el deterioro económico, social e institucional, como consecuencia directa de las políticas empleadas por el gobierno chavista y si la tendencia a la autocracia prevalece, el futuro de este país se perfila cada vez más incierto.
Bibliografía
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Fracasos del socialismo


Carlos Ball
Chávez y Obama no parecían tener mucho en común: el presidente venezolano es vulgar y sufre de múltiples complejos, mientras que el estadounidense se expresa muy bien, es amable y tiene títulos universitarios de Columbia y Harvard. Pero ambos han dado un vuelco marcadamente intervencionista a los gobiernos de sus países y las consecuencias negativas ya están afectando gravemente a toda la ciudadanía.
Los venezolanos no se podían imaginar peores gobernantes que los copeyanos socialcristianos y los adecos socialdemócratas de las últimas décadas del siglo pasado, pero bajo Chávez cualquier tiempo anterior luce tanto mejor.
Los estadounidenses no podían esperar salir del maniático G. W. Bush, quien se creía encomendado de Dios para salvar no solamente a su país, sino al mundo entero del terrorismo y de las drogas. Pero Obama ha gastado más en nuevos programas en sus primeros nueve meses de lo que gastó Bill Clinton a lo largo de ocho años en la Casa Blanca y de esa manera le ha dado la espalda a los principios fundamentales de la libertad individual, enumerados y defendidos por los padres fundadores de la patria. Hoy no solo Bolívar y Sucre deben estar dando vueltas en sus tumbas con lo que sucede en su amada Venezuela, sino que algo parecido debe estarle sucediendo a Franklin, Washington, Adams, Jefferson, Madison y Hamilton con el desempleo, la desconfianza de los inversionistas, creciente dificultad para la obtención de financiamiento, dramática caída del valor de las viviendas, pérdida del poder adquisitivo del dólar y la creciente inseguridad personal.
Los gobiernos de países libres no fueron concebidos para redistribuir ingresos, regalar servicios médicos, lavar los cerebros de los jóvenes ni utilizar los ahorros de la ciudadanía con fines netamente políticos, dentro ni fuera de la nación. La verdadera función del gobierno es proteger los derechos individuales y la propiedad de cada uno, de manera que el más fuerte no se aproveche de la debilidad de otros. La igualdad ante la ley es lo que nos hace libres, mientras que la creciente intervención gubernamental nos esclaviza bajo el engaño de que así se está protegiendo a los pobres.
La economía venezolana se contrajo 4,5 por ciento en el tercer trimestre del 2009, en comparación con el mismo período del año pasado, y la producción petrolera cayó más del doble (en 9,5%), mientras la inflación que este año alcanzará 26% es la más alta de América Latina. Pero ante tan infames resultados, el remedio que el gobierno de Chávez adelanta es cambiar la manera de calcular esas estadísticas, para supuestamente “adecuarlas” a la economía socialista. Y para el año 2010 reducirá los presupuestos de educación y salud, mientras aumenta los gastos militares y en 600% el presupuesto del presidente.
El total abandono de los trabajos de mantenimiento tras la total estatización de la energía eléctrica y en los acueductos provocan frecuentes apagones en Caracas e instrucciones presidenciales de que los venezolanos se deben bañar menos frecuentemente, utilizando “totumas” y poncheras en lugar de regaderas.
Según el recién publicado Índice de Libertad Económica 2009, Estados Unidos ocupa el puesto número 6 en el mundo, detrás de Hong Kong, Singapur, Australia, Irlanda y Nueva Zelanda, mientras que Venezuela cayó al puesto número 174, junto al Congo, Cuba, Corea del Norte y Zimbabue.
Artículo de la Agencia Interamericana de Prensa Económica (AIPE)
Carlos Ball es Periodista venezolano, director de la agencia de prensa AIPE (www.aipenet.com) y académico asociado del Cato Institute.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Ganamos la guerra contra Colombia



Graves daños en la vialidad, en la infrestructura y en la economía dejó el choque bélico




Elides J. Rojas L.
El comunicado oficial del Gobierno revolucionario de Venezuela daba por terminada la guerra con Colombia. Claro que con un triunfo glorioso y sobrado para las fuerzas del castrismo criollo. No podía ser de otra manera. Esta revolución las gana todas.
El parte de daños, atribuidos a la confrontación contra las fuerzas del capitalismo salvaje acuarteladas en la vecina república, establece que la reconstrucción del país tardará unos 20 años más y que, claro está, es necesario darle poderes especiales al líder intergaláctico para que puede terminar el nuevo reto. A tales fines se reformará por quinta vez la Constitución y las leyes que sean necesarias.
Los peores daños los generaron los bombardeos nocturnos. Las ciudades más importantes del país quedaron sin luz o bajo esquema de cortes programados. Peor nos fue con el casi perfecto sistema de distribución de agua potable que teníamos antes de la guerra. Los impactos de los pocos misiles que lograron pasar las baterías antiaéreas rusas destruyeron gran parte de la red por lo que habrá que racionar el suministro por horas y ciertos días a la semana. La capital, bautizada por su inmejorable alcalde, Jorge Rodríguez, como Caracas Socialista, llevó duro en esta última guerra. Las calles quedaron completamente destruidas. Huecos por todas partes, aceras rotas o agrietadas, asfalto hundido y escapes de agua en las tuberías. Fue inclemente el ataque colombiano. La agobiante lluvia de bombas voló los camiones recolectores de basura y acabó con los contenedores de Bernal, dejando a la ciudad en medio de la basura y la peor de las podredumbres. El hermoso parque construido por Jacqueline Faría en todo el canal del Guaire quedó hecho polvo. Otra vez será imposible bañarse en las aguas del río. Igual suerte corrió el parque La Carlota. Todas las piscinas desaparecieron bajo los misiles capitalistas. También destruyeron los hogares donde habitaban los niños de la calle y los indigentes dignificados. Por eso están otra vez en las calles.
El daño a los pozos petroleros es irreversible. La producción cayó en más de un millón de barriles diarios. Tenemos que importar gasolina para cubrir necesidades internas. Los ataques con lanzallamas destruyeron millones de hectáreas dedicas a la agricultura y a la cría. Ahora hay que importar alimentos. Los arteros bombardeos colombianos demolieron más de un millón de casas construidas por la revolución en 11 años y desaparecieron todas las obras del eje Apure-Orinoco. Los desalmados comandos volaron miles de gallineros verticales que servían de sustento a los pocos pobres que quedaban. En Vargas fue terrible. Millones de dólares botados. El trabajo de reconstrucción fue destruido. Habrá que levantar de nuevo a Los Corales. Y quebramos. La economía se convirtió nuevamente en el submarino Giordani.
Y eso que ganamos.

“EL 11A-02: YO LO VI LLORAR. HABLA EL CAPITÁN OTTO GEBAUER”


“El Capitán Otto Gebauer Morales, quien se califica como “preso de Chávez”, asegura que el único “delito” del cual se le puede acusar es el de haber visto desesperado y bañado en llanto” a Hugo Chávez. “El Teniente-Coronel, el 12 de Abril de 2002 cuando pedía que lo sacaran para Cuba”
“Formo parte de la custodia que las instancias superiores le asignan al detenido… Y es, de paso, la única persona condenada, a 12 años y seis meses, por una supuesta “privación de la libertad del Presidente”.
Por Agustín Blanco Muñoz
¿Qué le pasa Don Antero que tiene esa cara tan amarrada? Caracho profesor es que usted con este libro me ha puesto a pensar. Cuesta admitir que este régimen le haga tanto daño a un ciudadano, cuyo único delito fue cumplir con la orden de custodiar y garantizar los derechos humanos de quien había renunciado a la presidencia.
¿Y cómo es eso de que este capitán Otto Gebauer sea el único militar preso por lo del 11A-02, con una condena de 12 años y medio, mientras que sus jefes están en plena libertad? ¡Eso no puede ser! Y lo que más lamento es que aquí ya ni se protesta contra estos atropellos.
Y por cierto, profesor, me han comentado que muchas distribuidoras y librerías pasan agachadas y no aceptan comercializar su libro. ¿Será que le meten a la autocensura por lo de que el capitán vio llorar a quien renunció (según Lucas Rincón) porque quería que lo dejaran salir para Cuba?
¿Y cuál es la ofensa, si el golpista-presidente está cansado de contar las veces que ha llorado, por los niños de la calle, los hospitales, el hambre, el desempleo, la inflación, la corrupción, la inseguridad?
Tiene razón Don Antero, el GP se vanagloria de su capacidad de llanto. Y por ello hay que ir más allá de lo secundario y saber que eso pudo ser perfectamente parte del ambiente del montaje que...
Sí, profesor, yo diría que esa hipótesis que usted discute con OG de que el 11 A-02 fue una trampa que montó el régimen para detener el gran movimiento de protesta, y el expediente que se le hace a las FA, y a los generales que terminaron reponiendo otra vez al que renunció, son dos partes esenciales del libro.
Para mi esta es la verdadera historia del 11A-02. Antes era sólo la cantaleta del GP, ahora hay quien ponga las cosas en su debido lugar. Y este libro es ya fuente indispensable para el estudio de esta guarandinga y de lo que nos espera en un camino en el cual ojalá la tragedia se ponga a un lado. Eso es difícil, Don Antero, pero que su palabra vaya alante.
Queda, profesor, el mensaje de dos venezolanos que, aún frente a este tiempo de destrucción, piensan que la salida debe ser por el camino de la fuerza social, sin violencia, traumas ni lamentaciones. Sancho, el 28-11, estaremos en la presentación de este libro, en el Colegio de Ingenieros a las 11 am, en un acto que, además, será en defensa de los presos políticos!
Son notas tomadas de la contraportada del libro “EL 11A-02 YO LO VI LLORAR HABLA EL CAPITÁN OTTO GEBAUER MORALES”, publicado por Agustín Blanco Muñoz, profesor Titular de la Universidad Central de Venezuela y Secretario Ejecutivo Nacional de la Cátedra Pío Tamayo, entre algunos haberes en su importante trayectoria

miércoles, 25 de noviembre de 2009

De Gonzalo Barrios a Nicolás Maduro: 50 años de involución




Gustavo Coronel
Para quienes ya estamos en la séptima década de la vida y aún mentalmente lúcidos, no es difícil advertir el trágico proceso de involución política y social que ha sufrido nuestro país desde la década de los 60 hasta hoy. La Venezuela de los años 60 era un país en proceso de despegue económico, político y social.
Recién huido Marcos Pérez Jiménez, con varias maletas llenas de dólares que le permitieron vivir como un pachá en Madrid hasta que murió de viejo, pero feliz, el país entró en una etapa democrática que lo convirtió en el modelo a ser imitado por el resto de América Latina. Centenares de miles de inmigrantes habían entrado a Venezuela: italianos, españoles, portugueses, checos, yugoeslavos, algunos rusos, todos buscando un país mejor, una oportunidad de comenzar de nuevo en un país democrático donde todo parecía nuevo.
El maravilloso impulso que esos inmigrantes le dieron a nuestro país en todos los órdenes: cultural, económico, social, todavía está por evaluarse en su justa magnitud. De la gran conjunción de nuestro mestizaje con aquella inmigración europea surgieron bellísimas mujeres, grandes atletas, extraordinarios intelectuales, músicos, pintores y científicos. Los gobiernos venezolanos post dictadura abrieron el país a un estilo de vida profundamente democrático y civilista.
La Venezuela que emergía de la dictadura y que estaba generando un nuevo y mas ilustrado mestizaje tenía problemas pero, en retrospectiva, no tengo dudas de que era un gran país. Recuerdo como en la playa, los fines de semana, nos encontrábamos con los ministros y altos funcionarios del gobierno, sin guardaespaldas, sin la parafernalia armada y hostil que acompaña a los dictadorzuelos, e intercambiábamos saludos, aún sin compartir sus tendencias políticas. Era la época de tener adversarios pero no enemigos.
En su momento, el primer presidente de la Venezuela post Perezjimenista, Rómulo Betancourt, no tenía las simpatías de muchos venezolanos, quienes preferían a políticos mas conservadores. Y, sin embargo, Betancourt se convirtió en el gran líder de la democracia latinoamericana, al enfrentársele por igual a las dictaduras de derecha (el criminal Chapita Trujillo) y de izquierda (el carnicero cubano, Fidel Castro ). En alianza con John Kennedy, Betancourt se colocó en la vanguardia de la democracia en el hemisferio, derrotando tanto el intento de asesinato hecho por Trujillo como la invasión de mercenarios cubanos enviada por Castro. Los gabinetes de Betancourt fueron de gente preparada, honesta y decorosa: Gonzalo Barrios , Luis Beltrán Prieto, Andrés Germán Otero, Edmundo Fernández. Su secretario, Ricardo Montilla, mantenía las puertas de sus oficinas abiertas a los jóvenes estudiantes que iban a su despacho en búsqueda de información. El tono general de ese gobierno era de una profunda sencillez democrática. La oposición era tomada en cuenta y las conversaciones entre la gente del gobierno y la gente de la oposición eran frecuentes y parte del existente estilo democrático.
Durante ese período y los que vinieron después, los de Leoni y Caldera, la tradición de respeto hacia la oposición se mantuvo y era motivo de orgullo cívico ver como nuestros gobernantes se mezclaban libremente con los ciudadanos y como se discutían los asuntos de significación nacional entre todos los venezolanos. Venezuela era una democracia ejemplar, imitada en todo el hemisferio.
La involución comenzó, de manera insidiosa, con Carlos Andrés Pérez y con Luis Herrera Campins. Durante esos períodos, a pesar de los altos ingresos petroleros, el gobierno de Venezuela pareció perder su rumbo hacia el progreso para convertirse en una organización fantasiosa (Pérez) y burocrática (Herrera), con fuertes indicios de una seria corrupción administrativa.
Pérez tuvo mucho dinero y mucho poder. Su problema fue, como lo dijo Gonzalo Barrios, que le hizo falta ‘un poco de ignorancia’. El pretendía saber más que todos de todo. Los miembros de sus gabinetes fueron reducidos a meros mirones de palo.
Herrera, a título personal, no fue un corrupto, pero durante su presidencia muchos miembros de su entorno fueron muy corruptos y el país se deterioró debido a su estilo pasivo e indolente de manejar el gobierno.
La involución se aceleró bajo Lusinchi. Los miembros de su equipo de gobierno eran muy mediocres. Su débil personalidad permitió que la corrupción llegara a muy altos niveles. RECADI permanece como una de las mayores tragedias administrativas de la Venezuela moderna. Esta involución se acentuó bajo los segundos gobiernos de Pérez y Caldera, no tanto por culpa de los miembros del gobierno sino por la estupidez de los presidentes. Pérez tuvo un grupo de ministros jóvenes, casi todos estrellas. Caldera también tuvo algunos excelentes ministros. Sin embargo, la personalidad absorbente de estos hombres ahogó todo intento de progreso en el país.
Durante la segunda presidencia de Pérez se llevaron a cabo dos golpes militares, ambos sangrientos pero ineptos. Los dos fueron derrotados por el gobierno y carecieron de apoyo en la sociedad civil. El gobierno de Caldera fue laxo en el castigo a los culpables de esos golpes.
Hoy, los protagonistas de esos sangrientos golpes están en el poder. El jefe del primer golpe, Hugo Chávez, es hoy presidente y, más que presidente, es un hombre fuerte, a la usanza de Perón en Argentina, Noriega en Panamá o Fujimori en Perú. Los cómplices de esos golpes están hoy, esencialmente, en posiciones de alto poder político.
Durante estos últimos años de continua involución política y social la calidad de los actores políticos venezolanos ha bajado de una manera estrepitosa. Por primera vez desde que escribo para la prensa, desde hace 58 años, me siento tentado a poner en blanco y negro una expresión vulgar.
Cuando pienso que en los últimos cincuenta años hemos ido de Gonzalo Barrios a Nicolás Maduro, me provoca decir: coñoooo!.
De Luis Beltran Prieto a Aristóbulo Isturiz? ¿De Edmundo Fernández a Roger Capella? ¿De Arnoldo Gabaldon a Ana Luisa Osorio ? ¿De Juan Pablo Pérez Alfonzo a Rafaél Ramírez? ¿De Andrés German Otero a Nelson Merentes? ¿De Rafaél Alfonzo Ravard a Hector Ciavaldini o Alí Rodríguez? ¿De Manuel Pérez Guerrero o José Antonio Mayobre a Jorge Giordani? De Mauricio García Araujo a Tobias Nóbrega? Cooooooño!
¿De José Antonio Pérez Díaz a Pedro Carreño? ¿De Haydee Castillo a Iris Varela? ¿De Leopoldo García Maldonado o Francisco de Venanzi a Trino Díaz? De Domingo Alberto Rangel a Darío Vivas ? Coooooño!
De Rómulo Betancourt o Rafael Caldera o Raúl Leoni a Hugo Chávez? Perdonen la expresión pero: coooooooño!
Lo que tenemos en Venezuela no es una revolución. Es una horrorosa involución, mediante la cuál vamos de un país que parecía estar en franco camino hacia el progreso, a un país que se está hundiendo en el pantano del atraso y de la dictadura.
Y si José Vicente Rangél cree que se va a salvar de una comparación desfavorable, ¿qué le parece Luis Esteban Rey ? Rey fue lo que usted nunca fue: un periodista honesto. Cooooooño!.
*Gustavo Coronel es un veterano ingeniero de la industria petrolera, miembro director de la primera junta directiva de PDVSA (1975-1979).Actualmente Coronel colabora en Petroleumworld como editor de opinión de Petroleum World en Español.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Hugo, ¿cazador de cocodrilos?



ANDRÉS OPPENHEIMER

Observando al presidente venezolano, Hugo Chávez, días atrás instar a sus militares a "prepararnos para la guerra" con Colombia, no pude evitar preguntarme si no terminará como el fallecido protagonista de la serie de televisión El cazador de cocodrilos. O sea, como una víctima de su propia adicción a mantener entretenida a la audiencia.
El cazador de cocodrilos era una serie en la que el cuidador de animales australiano Stephen Irwin -más conocido como Steve- nos sorprendía cada semana al acercarse peligrosamente a serpientes venenosas, leones, cocodrilos y otros animales salvajes. A medida que el rating de su programa aumentaba, también crecía su necesidad de hacer cosas cada vez más temerarias para mantener su audiencia.
Cada vez que veía a Steve en la pantalla acercándose a un león salvaje, o atando las fauces de un cocodrilo, me preguntaba si su necesidad de superar sus más recientes audacias no acabaría en una tragedia. Irwin murió en 2006, cuando se acercó demasiado a una raya venenosa en la Gran Barrera de Coral de Australia, y el enorme animal le perforó el pecho con su cola con púas.
Aunque la muerte de Irwin fue un hecho trágico que no debe ser banalizado, su carrera televisiva invita a comparaciones. Al igual que El cazador de cocodrilos, Chávez le debe buena parte de su supervivencia política a su capacidad de mantenerse en el centro de las noticias. Cuando las cosas se le ponen difíciles en Venezuela, Chávez desvía la atención pública. En los últimos años, Chávez ha denunciado un sinnúmero de supuestos planes de EE UU de invadir Venezuela, y ha gastado más de 5.000 millones de dólares en armas rusas.
Más recientemente, ha enviado tropas de su país a la frontera con Colombia, y ha denunciado que el acuerdo militar que permite la presencia de tropas estadounidenses antinarcóticos en bases de la Fuerza Aérea colombiana tendría como objeto una invasión de EE UU a Venezuela. Hasta los diplomáticos de Gobiernos cercanos a Venezuela admiten que la idea de una invasión estadounidense -sobre todo después del fiasco de Irak- es descabellada.
Pero ahora, las cosas van de mal en peor para Chávez, y el caudillo narcisista-leninista de Venezuela podría elevar su apuesta. Sus índices de popularidad han caído a un 46%, seis puntos menos que el mes pasado, según una encuesta de Datanálisis. Y la economía venezolana se está derrumbando.
Consideren algunos de los problemas que está enfrentando Chávez en momentos en que la oposición empieza a organizarse para las elecciones legislativas de 2010, que podrían terminar con el control chavista del Congreso.
1. En las últimas semanas, Venezuela ha sufrido sus primeros cortes de energía desde que el Gobierno nacionalizó la empresa Electricidad de Caracas hace un año. El Gobierno dice que esos cortes se deben a trabajos de mantenimiento y de instalación de nuevos equipos, pero los expertos dicen que la infraestructura de la empresa estatal se está derrumbando.
2. Por primera vez hay escasez de agua en la capital y en varias provincias. Chávez ha dicho que "la culpa es de las piscinas de los ricos" que según él "le quitan agua a los pobres". Chávez pidió a los venezolanos que se den "duchas comunistas" de no más de tres minutos, para ahorrar agua.
3. El presupuesto del Gobierno de Chávez para 2010 incluye un aumento de más del 600% en los gastos de la presidencia, que ascenderán así a 2.200 millones de dólares (1.470 millones de euros), según informó el 28 de octubre El Nuevo Herald. El nuevo presupuesto presidencial incluye 176.000 euros para ropa, 12.350 para calzado, y 97.000 para jabón, champú y otros productos de tocador. En momentos en que la economía venezolana caerá alrededor del 2% este año, a muy pocos venezolanos les hace gracia este aumento de los gastos.
¿Iniciará Chávez una guerra con Colombia? La mayoría de los diplomáticos de EE UU, Europa y Latinoamérica dicen que no. Las Fuerzas Armadas venezolanas, con 78.000 efectivos, no pueden competir con los 230.000 de Colombia, que además están mejor entrenados y más motivados, según dicen.
Mi opinión: estoy de acuerdo en que Chávez probablemente no declarará una guerra frontal con Colombia. Pero si la economía venezolana sigue deteriorándose, y el índice de popularidad de Chávez sigue cayendo, no me sorprendería que el presidente venezolano produzca un incidente fronterizo con Colombia, para poder presentarse como el salvador de la patria.
Como Steve, El cazador de cocodrilos, Chávez es un adicto a los ratings, y no es impensable que haga cualquier cosa por no perder público, aunque eso conlleve un riesgo para su propio futuro.