CANARIASVENEZUELA

martes, 21 de julio de 2009

Venezuela debe esperar más, ingreso al Mercosur


Venezuela tendrá que seguir esperando por segundo año consecutivo su ingreso al Mercosur, cuyos países miembros celebrarán aquí (Paraguay) una cumbre el viernes, se informó el lunes.
Alberto Grillón, presidente saliente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la cámara de senadores, confirmó que por ahora "Venezuela no será aún miembro pleno del Mercosur porque su pedido de admisión no pudo ser analizado hasta el momento; tal vez se estudie en lo que resta del año". La solicitud de admisión fue presentada por Venezuela a Paraguay a fines del 2006.
Brasil es otro país que demora la aprobación de Venezuela al bloque, en tanto los parlamentos de Argentina y Uruguay apoyaron, mediante sendas leyes, la incorporación de ese país.
El canciller Héctor Laconagta confirmó que el presidente venezolano Hugo Chávez figura entre los líderes invitados a la cumbre, además de Rafael Correa de Ecuador, Evo Morales de Bolivia y Michelle Bachelet de Chile.
La presidenta chilena será la primera en arribar a Asunción el miércoles para reunirse con su colega Fernando Lugo a fin de atender asuntos comerciales bilaterales.
Los miembros plenos de la alianza aduanera del cono sur del continente son Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, mientras que Bolivia y Chile actúan como estados asociados.
Laconagta agregó que Perú será representado por su canciller José Antonio García Belaunde y Colombia por su ministra de Relaciones Exteriores Clemencia Forero.
Explicó que los expertos del Mercosur se reunirán el miércoles, los cancilleres el jueves y los mandatarios el viernes.

Empresarios andinos advierten que la ALBA no puede sustituir a la CAN

La CAN, formada por Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia, atraviesa actualmente una crisis por la decisión de los tres primeros de avanzar en negociaciones comerciales con la Unión Europea (UE), pese a la oposición boliviana.
Empresarios de los países de la Comunidad Andina (CAN) afirmaron este lunes que la ALBA "no puede" sustituir a ese bloque sub-regional, al que reconocieron como uno de los acuerdos más "dinámicos e importantes" de América Latina.
"Advertimos que el nuevo proyecto Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA), en ningún caso puede sustituir a la CAN", dice el décimo punto de la Declaración de La Paz, elaborada hoy como resultado de la XI reunión del Consejo Consultivo Empresarial Andino (CCEA) que se celebró en Bolivia.
La presidenta de la Cámara de Comercio de Guayaquil, María Gloria Alarcón, quien presidió hasta hoy el CCEA, explicó que "ningún otro proyecto integracionista puede sustituir al más antiguo de América Latina", en referencia a la CAN, que este año celebró su 40 aniversario.
Destacó que el bloque permitió dinamizar el comercio sub-regional, que llegó a mover 9.000 millones de dólares en 2008, por lo que consideró que "es utópico" pensar que un proyecto nuevo, cuyo intercambio comercial "es mínimo", pueda reemplazar a la CAN.
"La ALBA no tiene una estructura fija aún y su lineamiento definitivamente responde, y así ha sido declarado y establecido, a un proyecto de alianza política más allá de un área de libre comercio o de integración económica comercial, que es lo que primordialmente es la CAN", concluyó Alarcón.
El CCEA se reunió hoy en La Paz para profundizar la integración y ayudar a superar la crisis política existente entre los países miembros del bloque.
El consejo empresarial destacó la importancia de la CAN al ser el "esquema de integración más antiguo" y el que registra "el mayor avance a nivel latinoamericano", por lo que pidió que se fortalezca el proceso de integración económico y social.
Los empresarios reconocieron que "existen diferencias al interior del bloque" y ratificaron su "compromiso de trabajar" en los elementos que mantienen en común y en "aunar esfuerzos para eliminar" las desavenencias.
El Consejo Consultivo también pidió a los gobiernos de los cuatro países miembros que den prioridad a la inserción del bloque en la economía mundial y que dialoguen para "eliminar las diferencias políticas del proceso de integración".
La CAN, formada por Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia, atraviesa actualmente una crisis por la decisión de los tres primeros de avanzar en negociaciones comerciales con la Unión Europea (UE), pese a la oposición boliviana.
Si bien el diálogo con la UE lo iniciaron tres países, Ecuador anunció el pasado viernes que ya no participará en las reuniones posteriores.
Al respecto, los empresarios consideraron que es importante "encarar la negociación CAN-UE" en bloque y se comprometieron a proporcionar a los Gobiernos información técnica que muestre las ventajas de llevar adelante este tipo de diálogo.
Se prevé que el próximo miércoles Perú asuma la presidencia pro témpore de la Comunidad Andina.
El presidente de la Cámara de Comercio de Lima, Peter Anders Moores, expresó su confianza en que el bloque sub-regional sea fortalecido y modernizado para que pueda superar su actual crisis.

El choque detras del golpe: CAFTA contra ALBA

Diario Itinerante
Andy Robinson
Corresponsal volante
Cuando el presidente hondureño Manuel Zelaya tomó la decisión a mediados del año pasado de incorporar a Honduras a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestras Américas (ALBA), Tegucigalpa empezó a "arder con una controversia entre el gobierno y los sectores empresariales" según Jill Hokanson autor de un informe para la campaña Stop CAFTA. Plantando cara al proyecto de integración interamericana impulsado por EE.UU. y plasmado en el Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica y EE.UU., el ALBA atemorizaba a las elites empresariales en Honduras cuyo poder depende de estrechas relaciones económicas y militares con EE.UU. Creado en diciembre del 2004 por Cuba y Venezuela, ha crecido para incluir a Bolivia, Ecuador, Nicaragua y otros países centroamericanos y caribeños. Y ALBA no es cualquier tratado comercial. Rechaza la apertura económica hacia EE.UU. en favor de la autoayuda regional, más acuerdos con países del sur como China; su consigna es 'Nuestro norte es el sur'. Incluye planes de alfabetización, enseñanza y sanidad gratuitos y la integración del suministro de energía, transporte, y telecomunicaciones. "Pretendemos corregir asimetrías y desequilibrios" y "recuperar la soberanía" potenciando "empresas estatales en lugar de multinacionales privadas", según explicó en una entrevista concedida a La Vanguardia Bernardo Álvarez, ex presidente del Banco ALBA ahora embajador de Venezuela en Washington. Como suministrador de petróleo en condiciones favorables y principal fuente de financiación de desarrollo, Venezuela es el peso pesado del ALBA. Honduras —número dos en el ránking latinoamericano de pobreza tras Haití con la mayor concentración de riqueza de Centroamérica— recibía 20.000 barriles de crudo venezolano al día hasta el golpe y 30 millones de dólares de BANADES, el banco de desarrollo venezolano. Eso le permitió subir el salario minimo un 60% e iniciar programas antipobreza. Fue la primera vez en la historia que Honduras tenia un hombro sobre el cual podía llorar que no fuese el del huesudo Tío Sam. "Con el proyecto estadounidense se da acceso a las multinacionales privadas en todas partes. Nosotros tenemos otra visión de la soberanía", dijo Álvarez. Cuando Zelaya anunció la entrada en el ALBA, el congreso en Tegucigalpa empezó a llamar a abogados, periodistas y a militares, fieles a la memoria del magnate frutero de Alabama Samuel Zemurray, rival de la United Fruit en los años de golpismo frutero a principios del siglo XX, que bromeó: "Puedo comprar la legislatura hondureña por menos de un burro". Según explica Nicolas Kozloff en un excelente artículo, la multinacional estadounidense Chiquitita, antes United Fruit, protestó ante la asociación empresaria Hondureña de que el aumento del salario mínimo adoptado pro Zelaya complicaría sus operaciones en Honduras, concretamente ocho millones de cajas de piñas y 22 millones de cajas de plátanos "No deberíamos morder la mano e[estadounidense] que nos da de comer", advirtió el ex presidente Ricardo Maduro, un refrán sempiterno en Centroamérica desde las terroríficas derrotas de la izquierda en Nicaragua y El Salvador en los años ochenta.. Pero Zelaya no se detuvo. Suspendió el programa de créditos del FMI en favor de acuerdos con ALBA, otra declaración de guerra contra losfrequent flyers de la ruta Tegucigalpa-Miami. Fue el inicio del camino hacia el primer golpe en Centroamérica del siglo XXI. "¡No al comunismo! ¡No a Chávez! ¡No a Zelaya! ¡No al ALBA!" gritaban manifestantes en Miami la semana pasada. Y es que ALBA pone los pelos de punta no solo en Tegucigalpa sino en Miami, y Washington también. Choca frontalmente con los objetivos del plan de integración de EE.UU. con los países centroamericanos, la cabeza de puente de una segunda ofensiva para generar apoyo al Tratado de Libre Comercio de las Américas —el objetivo principal de EE.UU en la región latinoamericana— tras el fracaso estrepitoso hace cuatro años en la cumbre de Mar del Plata. El Tratado de libre comercio con Centro América (CAFTA, según sus siglas inglesas que son las más indicadas) pretende crear el libre acceso a mercados, liberalización de inversiones multinacionales, privatización, y protección férrea de derechos de propiedad intelectual de las empresas multinacionales. En nombre de CAFTA, Roberto Micheletti —ex consejero delegado de la teleco estatal Hondutel y, desde el golpe, presidente de facto del país— defendía la plena liberalización del sector de telecomunicaciones y la privatización de Hondutel. Zelaya se negó apoyando la presencia estatal en la empresa para financiar programas sociales. Curiosamente, el levantamiento militar en apoyo a CAFTA se produce mientras economistas de la nueva ola estadounidense lo cuestionan: "Si NAFTA [el acuerdo de libre comercio entre México EE.UU. y Canadá] ha resultado tan decepcionante para México, cuesta creer que CAFTA ayude el desarrollo en Centroamérica", señala el economista de Harvard Dani Rodrik. Hace tres o cuatro años la victoria de CAFTA sobre ALBA habría estabado garantizada. Conscientes del precio pagado por la desobediencia en los ochenta cuando murieron decenas de miles de campesinos en guerras contrisurgetnes fianciadas desde Washington, los gobiernos centroamericanos apoyaban el nuevo modelo de Washington. Dick Cheney citaba las guerras de contrainsurgencia en El Salvador como ejemplos para una transición democrática en Iraq. Pero desde entonces, partidos de izquierdas han ganado en Nicaragua, Guatemala, y El Salvador. Aunque los dos últimos defienden el CAFTA, no rechazan al ALBA. Es más, el primer balance no es demasaido favorable para el CAFTA. Mientras ALBA ha aportado beneficios tangibles —millones de barriles de petróleo y creditos para el desarrollo carentes de las duras condiciones exigidas por el FMI —, CAFTA ha coincidido con más importaciones desde EE.UU. e inversiones multinacionales.Los precios de alimentos básicos se han disparado; la protección de patentes fármacos hasta el 2029 impide el uso de genericos y encarece la sanidad. Y, uno de cada siete hondureños se ha marchado rumbo al norte, no a las opulentas comunidades de expatriados centroamericanos en Miami sino a Nueva Orleans, mano de obra barata para la reconstruccion post Katrina.-------------
Entrevista a Bernardo Alvarez: embajador de Venezuela en EE.UU. "EE.UU. tiene que aceptar que no existe un espacio interamericano"Bernaro Álvarez Herrera acaba de reincorporarse como embajador venezolano en Washington tras seis meses al mando del Banco ALBA. ¿ALBA sobrevivirá en esta crisis? Toda crisis es una oportunidad para avanzar. En nuestro caso es una oportunidad para corregir discrepancias y desequilibrios regionales en América latina y seguir adelante con la integración regional. Hay gente dice que hay mas división que unidad en América Latina.Hay muchos ejemplos al contrario. Mercosur ha demostrado su importancia al parar en seco a la crisis boliviana y prevenir la desestabilización contra el gobierno de Evo Morales., Hemos resuelto nuestras diferencias con Colombia. Y a hemos pactado el regreso de Cuba al grupo de Rio. ¿Y cuál es el papel del ALBA? Estamos creando un espacio regional de inversionespara lograr un desarrollo justo y sostenible con integración a través de estados y no empresas privada. Porque con el proyecto estadounidense se da acceso a las multinacionales privadas en todas partes del continente. Tenemos otra visión de la soberanía.¿Nos era mejor integrar toda la region, con EE.UU. también? Ya no existe un sistema interamericano ni un espacio interamericano. Es una falacia. Estados Unidos tiene que dejar de pensar en lo interamericano porque esta muerto. ¿Incluso con Obama? Una de las cosas interesantes que se puede mirar con Obama son los vínculos de la afroamericanidad entre EE.UU y países como Venezuela, Brasil, Colombia Centroamérica, el Caribe. ¿Cuál es el próximo proyecto del ALBA? Estamos creando un proyecto para canalizar las remesas de emigrantes hacia inversiones productivas . Y, por lo general, vamos a ayudar a que esta crisis no acentué las desigualdades. . ¿Cuál es la diferencia entre el Banco Alba y el BID? Pues uno es que en el ALBA hay igualdad de votos para todos. En el BID , EE.UU juega un papel muy fuerte e insiste en privatizaciones y acuerdos interamericanos desiguales. ¿España puede entrar en ese proyecto? Si. Hemos mejorado relaciones con España. Pero creo que Europa y España aun tienen una visión simplista de América Latina Piensan en términos de la socialdemocracia y la cristianodemcracia pero ambos fueron cooptados por el neoliberalismo.

Chávez "revisará" relaciones con Colombia


El acuerdo militar que están negociando Colombia y los Estados Unidos, en virtud del cual militares estadounidenses podrían operar en varias bases colombianas, volvió a tensionar las relaciones entre Bogotá y Caracas. Este martes, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez anunció que revisará sus relaciones con el pais vecino.
"Ahora que los yankis quieren instalar cuatro bases en Colombia… esto nos obliga a revisar nuestras relaciones con Colombia" aseguró Hugo Chávez este martes.
"Las tropas norteamericanas en Colombia hacen y deshacen y son una amenaza para Venezuela. Por eso, nosotros lamentamos esta situación, pero nos vemos obligados a revisar las relaciones con Colombia", agregó el mandatario venezolano.
Las palabras de Chávez son una respuesta al reciente anuncio de acuerdo entre Estados Unidos y Colombia según el cual las tropas estadounidenses podrían utilizar instalaciones militares del ejército colombiano.
"El acuerdo es para fortalecer bases militares colombianas, no para abrir bases norteamericanas. El acuerdo es para recuperar el derecho de los colombianos a vivir tranquilos", apuntó el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, citado por la agencia de noticias Reuters.
Reacciones
Las tropas norteamericanas en Colombia hacen y deshacen y son una amenaza para Venezuela. Por eso, nosotros lamentamos esta situación, pero nos vemos obligados a revisar las relaciones con Colombia
Hugo Chávez, presidente de Venezuela
En los últimos años, Bogotá se convirtió en uno de los más fieles aliados de los Estados Unidos en América Latina y desde 2000, recibió más de US$5.000 millones en asistencia militar en el marco del Plan Colombia de lucha contra el narcotráfico.
Sin embargo, el acuerdo actual suscitó la reacción contraria, no sólo de Venezuela, sino también de dos de sus aliados en la región, Bolivia y Nicaragua.
"Políticos que aceptan una base militar norteamericana en cualquier país de Latinoamérica son traidores de su país, traidores de su patria", dijo el presidente de Bolivia, Evo Morales.
En el mismo sentido, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, se refirió a la presencia de tropas estadounidenses en Colombia como una "ocupación" y una "amenaza".
Además, esta semana, dentro de las reflexiones que habitualmente publica en el diario Granma, el ex presidente cubano Fidel Castro también se refirió al tema. "Estados Unidos tiene el tenebroso plan de crear cinco bases militares más alrededor de Venezuela, con el pretexto de sustituir la de Manta en Ecuador", escribió.
Manta, de fondo
El polémico acuerdo entre Colombia y Estados Unidos tiene como telón de fondo la suspensión de actividades de la base militar estadounidense de Manta, en Ecuador.
Manta era la única base militar de los Estados Unidos que existía en suelo sudamericano.
Hace un año, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, anunció que no renovaría la concesión, fruto de un acuerdo de 1999, ya que la nueva constitución del país prohíbe la presencia de bases extranjeras en territorio ecuatoriano.
En su momento, el gobierno ecuatoriano también argumentó sospechas de que los estadounidenses podrían haber utilizado la base para obtener informaciones que habrían servido al ejército colombiano para llevar a cabo el ataque contra el campamento de las FARC en suelo ecuatoriano lanzado el uno de marzo de 2008.
Manta, situada a unos 280 kilómetros al suroeste de Quito, era un centro de operaciones clave dentro del dispositivo de lucha antidroga de los Estados Unidos. Aunque el acuerdo termina en noviembre de este año, las operaciones militares ya se suspendieron.
Nuevo acuerdo
La base de Manta era además el punto a partir del cual los aviones estadounidenses podían vigilar el Pacífico, desde Perú hasta América Central.
El acuerdo actual con Colombia permitirían a Washington compensar la pérdida de la base y mantener su presencia en la región. Sin embargo, el estatus de las tropas estadounidenses en suelo colombiano será diferente del que tenían en Ecuador.
Funcionarios de la cancillería colombiana explicaron al corresponsal de BBC Mundo en Bogotá, Hernando Salazar, que a diferencia de Manta, "Colombia tendrá plena soberanía" sobre las instalaciones militares de EE.UU. en su territorio.
De acuerdo con lo anunciado, los estadounidenses podrían utilizar al menos tres bases colombianas situadas en el norte, el centro y el sureste del país y estarían autorizados a desplegar hasta 800 militares y 600 civiles, bastantes más de los 450 que podía albergar la base de Manta.
Según un informe del ejército estadounidense citado por la agencia de noticias France Press, una de esas bases, la de Palenquero, en el centro del país, permitiría a los aviones de Estados Unidos proyectarse por toda América del Sur e incluso llevar a cabo puentes aéreos hasta África.

199 años de independencia


S. HERNÁNDEZ-MORA desde Bogotá

Con todo el país henchido de patriotismo, buscando motivos para celebrar 199 años de Independencia, que conmemoran el 20 de julio, nada más oportuno que el vídeo que muestra al 'Mono Jojoy' declarando que los gobernantes de dos naciones vecinas son sus aliados y amigos. Se cierran filas entorno a los de casa y se afilan las uñas.




Ya echaron a los españoles y nadie les arrebatará de nuevo la libertad conquistada, vienen a decir algunos enfervorizados colombianos en los programas radiales abiertos a los oyentes. Y es que en este lado del mundo libran una batalla que recuerda a los años de la guerra fría.


En un bando está Hugo Chávez, el líder extranjero más denostado en Colombia, según las encuestas, aunque tal vez en las próximas le supere Rafael Correa. Le acompañan sus acólitos, comprados, dicen en el bello país de las esmeraldas, con los inagotables fondos del petróleo. La adquisición más valiosa a las huestes del Socialismo del siglo XXI, inventado por Chávez, es el mandatario ecuatoriano, que inició su andadura bolivariana con pasos tímidos para transformarse en un alumno aventajado.


Su lenguaje no alcanza aún los decibelios ofensivos del ex coronel golpista, que tildó de 'gobierno mafioso' al colombiano, entre otros calificativos, pero se va acercando. Además, a diferencia de Chávez, Correa no es pragmático y su irreconciliable malestar con Álvaro Uribe le llevó a cortar las relaciones diplomáticas hace más de un año y dictar otras medidas que despiden un tufillo revanchista.


Impone a los colombianos requisitos extras a cada tanto para visitar su nación. Acaba de restringir los beneficios arancelarios a infinidad de productos; llevó a tribunales internacionales a Colombia por daños causados en la fumigación de sembrados de coca y pidió a Interpol que capturen al ex ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, por la muerte de veinticinco terroristas de las FARC en suelo ecuatoriano. Y sigue alimentando la lista.


El ejecutivo colombiano le devuelve los golpes filtrando a los medios de comunicación pruebas que demostrarían los nexos entre la guerrilla y Correa y su entorno, como ocurrió con el vídeo del 'Mono Jojoy'.





Los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Ecuador, Rafael Correa. (Foto: M. Alipaz)

Los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Ecuador, Rafael Correa. (Foto: M. Alipaz)



Aunque desde España parezca un juego político que no escalará más allá de los tribunales, las embajadas y los micrófonos, en Colombia la visión es más dramática. No descartan que un buen día Chávez amanezca con el cable torcido y lance un ataque con su inmenso arsenal bélico –ya envió sus tanques a la frontera en una de las múltiples crisis- y que Ecuador le apoye de alguna manera.


De ahí que los más alarmistas hayan visto con buenos ojos la decisión de Uribe de prestar bases militares al Ejército norteamericano para luchar contra "el terrorismo, el narcotráfico y otros delitos". Piensan que el mensaje le llegó nítido a Hugo Chávez y sus bolivarianos: antes de hacer una tontería, sepan que están los gringos de nuestro lado.


Otros analistas y expertos en Defensa, sin embargo, consideran un error provocar a los vecinos, que mejor seguir poniendo la otra mejilla y no tomar partido ni por Chávez ni por Washington. Que eso sólo trae disgustos y sanciones económicas que perjudican a Colombia ya que tanto con Ecuador como con Venezuela, tiene un enorme excedente comercial a su favor.


Correa ya salió a tachar de burdo montaje la grabación del jefe militar de las FARC, aunque es su voz, la imagen no está cortada y se trata de una pieza producida por la propia banda terrorista. ¿En qué terminará el enfrentamiento? Lo único seguro es que mientras Uribe sea Presidente, Correa no dará su brazo a torcer. Y si al mandatario colombiano le sucediera Juan Manuel Santos, ácido crítico de los bolivarianos y aspirante a la presidencia, las relaciones no saldrían de la UVI.

¿Libertad de expresión o de represión?

EDUARDO GUERRA
Director de marketing Radiomx
Matar al cartero por que trae malas noticias, es el principio filosófico con el que Hugo Chávez pretende acallar a los medios de comunicación que se atreven a informarle al mundo las verdades de lo que ocurre en Venezuela.

Para ejecutar su estrategia de estrangulamiento a los medios adversos a su causa, escogió por enésima vez a su muchacho de mandado más eficiente a la hora de ejecutar maldades, al Ministro de Obras Publicas - Disdado Cabello – al que también le ha adscrito la Comisión Nacional de Telecomunicaciones, CONATEL.
Desde esa posición el Ministro de marras, se fue la semana pasada a la Asamblea Nacional para que sus cómplices, los diputados chavistas, le aprueben una nueva ley de Telecomunicaciones, que entre otras cosas regulara a la estaciones de radios que operan legalmente en todo el país. Una de las medidas mortales para las emisoras, es prohibirles la posibilidad que tienen hoy de conformar cadenas o circuitos radiales, que hasta ahora ha permitido a los oyentes de todos los rincones del país, enterarse oportunamente de las cosas que ocurren en cualquier parte de territorio venezolano. A ese efecto ha planteado que las emisoras solo se podrán reunir en un circuito de tres estaciones, y enlazarse únicamente por treinta minutos seguido al día. Imagine que de un día para otro en España, la cadena SER o la COPE solo podrían enviar su programación emitida desde Madrid a tres ciudades o pueblos, y que para el resto de emisoras del país le estuviera prohibido recibir la emisión. ¿Eso como se llamaría? ¿Libertad de expresión?

Con esta medida lograra golpear en la línea de flotación a las radios que emiten desde las ciudades grandes, las mas escuchadas y rentables económicamente, las que a partir de la puesta en practica de esta ley no podrán generar sus ingresos al perder numero de oyentes y por ende numero de anunciantes. Estas quizás puedan sobrevivir en ciudades de mas de dos millones de habitantes como Caracas o Maracaibo, pero… la situación será mucho mas difíciles para las medianas y pequeñas estaciones del interior, que solo podrán vivir si se doblegan a la voluntad política de las alcaldías y gobernaciones chavistas.
La estrategia de aniquilación a los medios es continua, CONATEL se invento desde hace unos meses una reactualización o censo de las emisoras en AM y FM que operan el todo el país, y que casualidad… de pronto mas de doscientas cincuenta emisoras corren el riesgo de perder la concesión, porque CONATEL estima que su documentación tiene falla, o se entrego tarde, o le falta un sello, etc. Simples pretextos para apoderarse de las mismas y traspasar su propiedad a nuevos “radiofusores” chavista. En esencia, una operación burda de chantaje y confiscación de bienes.

Con el inminente cierre de Globovision, el estrangulamiento de CADIVI a la prensa escrita, negándole los dólares preferenciales, y con el cierre de mas de 250 radios, se podría decir que la Revolución Castro-Chavista entro en una fase de consolidación del comunismo que ya no tiene retorno a la democracia, al menos con métodos democráticos, no.

Por estas razones, el pasado 5 de julio, con motivo de la conmemoración de la independencia de Venezuela, ante el busto del Libertador Simon Bolívar, en nuestra Santa Cruz de Tenerife, los amigos de la Unión Canaria Venezolana (UCVE), realizaron una protesta pacifica, amordazándose con pañuelos rojos, justo en el momento que el Cónsul de Venezuela en Canarias, Dr. Jesús Sevillano decía un demagógico discurso al mejor estilo chavista. La libertad de expresión en Venezuela cada día se disminuye, y por otro lado, cada día mas la libertad de represión del Gobierno aumenta. Lamentable, pero cierto.

Iberdrola ultima un contrato de 1.433 millones en Venezuela

La eléctrica opta a construir una central de ciclo combinado


SANTIAGO CARCAR
Iberdrola Ingeniería y Construcción (Iberinco) y Elecnor están a punto de cerrar en Venezuela un contrato por valor de 1.433 millones de euros para construir una central eléctrica de ciclo combinado (de gas natural) de más de 1.000 megavatios de potencia en Cunamá, Estado de Sucre.

El contrato, 60% de Iberinco y 40% de Elecnor, se cerrará previsiblemente, según los planes que maneja la diplomacia española, a finales del mes de julio. La adjudicación formalmente le corresponde a la compañía estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).

La nueva central venezolana se denominará Antonio José de Sucre y será construida bajo la modalidad de llave en mano. El plazo de ejecución de la obra será de unos 44 meses, según precisan fuentes al tanto del proyecto. Iberinco no es una desconocida en Venezuela. La empresa, cuya cartera de proyectos se encuentra en un 81% fuera de España, está modernizando y ampliando el sistema de redes y distribución eléctrica en los Estados de Falcón, Guarico y Anzoátegui para las compañías Cadafe y Edelca.

El contrato en Venezuela, a cuya firma está prevista que asistan las más altas autoridades de Exteriores, será un paso importante para Iberinco, que ha hecho de la internacionalización el eje de su estrategia.

Con todo, en potencia instalada, la central de Venezuela no será el mayor proyecto de la compañía. En Qatar (900.000 habitantes), Iberinco está desarrollando un proyecto para construir una central eléctrica, también de ciclo combinado, de 2.000 megavatios. La planta de Messaied supondrá alrededor de un tercio de toda la capacidad de generación eléctrica del país. Oriente Próximo, Latinoamérica, Rusia y Europa del Este son las áreas en las que la compañía que preside Ramón de Miguel basa su estrategia de expansión.

América Latina, la democracia abre fuego

TRIBUNA: SANTIAGO RONCAGLIOLO

Los últimos sucesos en Guatemala, Perú y Honduras restan credibilidad a la democracia liberal y refuerzan la popularidad de Chávez. Millones de pobres e indígenas constatan que el liberalismo no les ofrece justicia.

La víctima de un asesinato vuelve de la muerte para culpar al presidente de su país. Un grupo de militares armados saca a otro presidente de su cama y lo mete en un avión en pijama. Las fuerzas del orden se enfrentan a un grupo de campesinos pobres y matan a decenas de ellos. No, esto no es la película de James Bond contra un temible dictador aliado del terrorismo. Es sólo la actualidad política de América Latina.

El primer caso se registró en mayo, cuando un vídeo del abogado Rodrigo Rosenberg acusó desde la tumba al presidente de Guatemala Álvaro Colom y a su entorno de haber planeado su asesinato. Semanas después, en la localidad peruana de Bagua, las protestas de los indígenas contra la aprobación de leyes que permitían privatizar sus tierras se saldó con una decena de muertos, según el Gobierno -los líderes indígenas cuentan más de 30-, y la renuncia del ministro del Interior. Y a comienzos de julio, en Honduras, los enfrentamientos entre las fuerzas antidisturbios y los seguidores del depuesto presidente Manuel Zelaya se cobraron la vida de un joven manifestante.

Las consecuencias políticas y judiciales de estos casos están por determinar. Pero en términos de opinión pública, marcan un giro crucial en el discurso político de la región. Durante años, las mayores alarmas de la gobernabilidad democrática en América Latina habían saltado en Venezuela, Bolivia y Ecuador, contra cuyos gobernantes se suceden periódicamente denuncias por manipulación de instituciones judiciales, legislativas, ejecutivas e incluso electorales. Y sin embargo, en los tres casos señalados, son esas instituciones las involucradas. Es la democracia la que ha abierto fuego contra la población civil.

Sin duda, el caso de Guatemala tiene matices distintos. En su vídeo póstumo, Rosenberg no acusa de su muerte a la institución del poder ejecutivo sino al presidente, y el caso aún está en investigación. Pero aún así, la autoridad de un cadáver para señalar a su ejecutor tiene una potencia mediática descomunal. Ninguna sentencia judicial podrá borrar el mensaje que ha transmitido el abogado desde las pantallas de televisión o Internet: el poder se ejerce a balazos. Sea quien sea el asesino de Rosenberg, el sistema político ha perdido ante la población -si aún lo tenía- el crédito de la transparencia y el imperio de la ley. Para muchos guatemaltecos, el sistema democrático no sirve para combatir a las mafias, sólo para darles puestos públicos.

Por su parte, el caso de Bagua pone de relieve las limitaciones de una democracia para garantizar justicia. La mayoría de las constituciones vigentes en la región garantizan la propiedad privada y remiten a los tribunales en caso de conflicto. Ahora bien, uno de los conflictos sociales más delicados es el que enfrenta a las comunidades nativas con las grandes empresas que desean explotar los recursos naturales de sus tierras. Con el actual ordenamiento jurídico, cuando una empresa daña el medio ambiente o incumple la legislación laboral tiene muchas posibilidades de salir impune por una razón muy sencilla: los costes del proceso legal. Incluso un poder judicial confiable -lo que no siempre está disponible- enfrentará al estudio de abogados de una multinacional contra los delegados de un caserío de campesinos sin luz eléctrica. El litigio puede extenderse durante años, y si hay apelaciones, se resolverán en tribunales de la capital, a días de camino de las comunidades campesinas. El resultado no suele tener mucho misterio. Una institucionalidad impecable deja en indefensión legal a millones de personas.

Esta paradoja explica la popularidad de Evo Morales y Hugo Chávez entre los sectores más pobres de muchos países. Para sus detractores, los proyectos constitucionales que estos gobernantes impulsan sólo son un camino hacia su reelección indefinida. Pero sus defensores los consideran herramientas imprescindibles para la protección legal de los sectores más indefensos de la población. Sus textos establecen nuevos modelos de propiedad pública, refuerzan el papel del Estado ante los operadores económicos privados y defienden el derecho de los indígenas a decidir sobre sus tierras. Por contraste, los enfrentamientos de Bagua declaran que en un Estado democrático los campesinos tienen que morir y matar para defender ese derecho.

Pero si un caso ha dotado de legitimidad al discurso caudillista latinoamericano, ha sido el de Honduras. El nuevo gobernante, Roberto Micheletti, se ha esmerado en calificar su toma de mando como una "sucesión constitucional", basado en una sentencia del poder judicial contra el presidente electo, Manuel Zelaya. El motivo de esa sentencia fue la convocatoria de un referéndum. En efecto, el encaje constitucional de ese referéndum era bastante dudoso. Pero la imagen de un batallón evitando unos comicios a balazos no resulta mucho más digerible.

Al expulsar al presidente electo, las instituciones ponen en cuestión la definición misma de la democracia: el gobierno del pueblo, el sistema en que los ciudadanos pueden participar en las decisiones que les afectan, algunas de ellas tan elementales como quién es su presidente.

Si Micheletti temía que Hugo Chávez ganase poder en Honduras, puede estar tranquilo. Gracias a él, Chávez ha ganado legitimidad en toda la región. El presidente venezolano fue el primero en imponer sanciones económicas a Honduras, y ha exigido una actitud más resuelta de los tibios Estados Unidos, con lo cual ha invertido los papeles habituales. Como si fuera poco, sus advertencias de asesinatos y conjuras, que hasta junio se podían descartar como paranoias, se han vuelto realidad. Nadie podría haberle hecho un favor tan grande y tan bolivariano como el de Micheletti.

El discurso de Chávez es el principal beneficiario de los hechos de Guatemala, Perú y Honduras porque todos ellos restan credibilidad a las instituciones democráticas. El sistema de equilibrio de poderes y sufragio universal es deseable porque permite que los cambios sociales se realicen sin sangre. Por eso, cuando necesita derramar sangre para defenderse es señal de que algo funciona muy mal. La aplastante victoria del PRI en los últimos comicios mexicanos parece confirmar el agotamiento ciudadano ante las promesas incumplidas de un sistema que a comienzos de los noventa se presentó como la vía directa al desarrollo y la prosperidad.

En su acta de nacimiento de la Revolución Francesa, la democracia nació con un lema triple: "Libertad, Igualdad, Fraternidad". La fraternidad ya era demasiado pedir, pero el conflicto entre la libertad y la igualdad, entre liberalismo y socialismo, definió el siglo XX, y sigue dividiendo hoy a la región con la mayor desigualdad social del planeta. El proyecto político de Hugo Chávez es crear un sistema igualitario aun a costa de las instituciones que garantizan las libertades individuales. En cambio, el proyecto político liberal se ha concentrado en garantizar las libertades individuales -crucialmente, la propiedad privada- incluso a costa de la igualdad social.

Ambos valores podrían conciliarse, entre otras cosas, con reformas fiscales que distribuyesen más equitativamente la riqueza. No es imposible. Lo ha hecho Lula en Brasil, donde la clase media aumenta sin comprometer el crecimiento económico, equilibrando estabilidad institucional con justicia social. Sin embargo, en los países andinos y centroamericanos, los defensores de la democracia no han defendido justo esa parte de la democracia. Para masas de ciudadanos pobres, tengan razón o no, el proyecto de Chávez cristaliza una serie de aspiraciones concretas que las instituciones democráticas les niegan.

Quienes creemos que la democracia liberal es el sistema de gobierno más eficaz, tenemos que incorporar a esas masas en el proyecto de Estado que defendemos. Para retirarlas de la órbita de los caudillos, hace falta demostrarles que la democracia puede ofrecer justicia social, es decir, derechos básicos y una distribución más justa de la riqueza. Tendremos que demostrarles que pueden vivir mejor en una democracia liberal que con un caudillo socialista. Pero si nuestro argumento para ello son las fuerzas antidisturbios, todo lo que hagamos sólo servirá para darle la razón a esos caudillos. Al fin y al cabo, si eso es lo mejor que se nos ocurre, tampoco hace falta dispararle a nadie más: podemos dar esta batalla por perdida desde el principio.

Santiago Roncagliolo es escritor peruano.

Chávez apunta a la propiedad privada

La Ley de Propiedad Social abre la puerta a nuevas expropiaciones de bienes y empresas - El proyecto prevé la militarización de los trabajadores estatales


MAYE PRIMERA
La publicidad consume cada vez más segundos del programa televisivo dominical del presidente venezolano, Hugo Chávez, desde que se ha propuesto hacerse con el control de los medios de producción del país, bien creando "empresas de producción social" o confiscando empresas privadas "capitalistas". "Tome refresco de Uvita para ser padre a los 100 años". "El que no tenga un Vergatario [teléfono móvil fabricado por la telefónica estatal, nacionalizada hace dos años] es un cero a la izquierda". "Use el Guayuquito [un pañal desechable fabricado por el Estado] para que se vea el carajito [niño] más bonito".

El Gobierno venezolano ha emprendido un viraje hacia la economía socialista y el último paso ha desatado todas las alarmas: se trata del proyecto de Ley de Propiedad Social, que abre la puerta a nuevas confiscaciones de empresas y bienes y que, según cámaras empresariales y organizaciones no gubernamentales, permitirá al Ejecutivo arrasar con la propiedad privada.

En el último año, Chávez ha convertido a más de 12.000 firmas contratistas de la estatal Petróleos de Venezuela en "empresas de producción social", gracias a la entrada en vigor de una nueva Ley de Contrataciones Públicas y a la aprobación, en mayo de este año, de una ley que reserva al Estado todos los negocios vinculados a la explotación de hidrocarburos. Por decreto o mediante expropiaciones, el presidente venezolano también ha ordenado la nacionalización del sector eléctrico, de las telecomunicaciones, de la metalurgia, de la industria del cemento, de plantas procesadoras de alimentos y de tierras para la siembra y la ganadería. Su última gran compra fue la de la filial venezolana del Banco Santander, que otorga al Estado el dominio del 25% de las captaciones de la banca nacional.

Si bien la Constitución establece la posibilidad de que el Estado declare la utilidad pública y expropie una propiedad, la revolución desea ir más allá en los supuestos que justifican la medida. El proyecto de Ley de Propiedad Social, en el que trabaja desde abril la mayoría oficialista en el Parlamento, faculta al Gobierno a "declarar la utilidad pública y el interés social de bienes, materiales e infraestructuras que se determinen susceptibles de ser declarados de propiedad social, para asegurar, mediante la producción socialista, la satisfacción de las necesidades sociales y materiales de la población". El borrador de la ley también establece que el Ejecutivo "podrá decretar la expropiación forzosa, mediante justa indemnización", de los bienes "cuya actividad productiva no se corresponda con los intereses nacionales y el modelo socioproductivo".

El proyecto ha despertado una gran inquietud. Las encuestas recientes, incluso las encargadas por el Gobierno, reflejan que más del 70% de la sociedad venezolana apoya la existencia de la propiedad privada y rechaza las medidas confiscatorias del Gobierno.

Ante la presión de la opinión pública, la Comisión de Participación Ciudadana del Parlamento, que está a cargo de la redacción de la ley, ha elaborado decenas de proyectos: un total exacto de 42, según el diputado chavista Ulises Daal, coordinador del equipo técnico que trabaja esta materia. Pero en todos hay un espíritu que se mantiene: "En la medida que empresas no cumplan su verdadero objetivo de participar activamente en el proceso económico, (...) claro que el Estado estará en la obligación de tomar los correctivos para encauzarlas, por cualquier vía, para que respondan a los intereses de la población venezolana", dijo el 28 de junio el diputado Daal, en una entrevista al diario caraqueño El Universal. "Vamos a transitar un largo trecho con la propiedad privada capitalista y en el transcurrir del tiempo la idea es que todos los medios de producción sean socializados", agregó. En lugar de burócratas burgueses, serían los propios trabajadores -agrupados en "unidades de producción socialista" y dirigidos y financiados por el Ejecutivo- los que se harían cargo de la dirección de las fábricas.

Los redactores del proyecto también han hecho una lectura bastante literal de la idea de crear "ejércitos industriales", planteada por Carlos Marx y Federico Engels en elManifiesto Comunista. Además de "asumir el compromiso del trabajo productivo por la patria" y de "formarse técnicamente para el manejo de las empresas socialistas", el proyecto de ley establece que será deber de los trabajadores "formarse militarmente para la defensa de la soberanía nacional".

La nómina petrolera debería ir a la vanguardia de este ejército, en caso de que a losmarines estadounidenses se les ocurra desembarcar en puertos venezolanos. Lo ha dicho el presidente de Petróleos de Venezuela y, a su vez, ministro de Energía, Rafael Ramírez. "El comandante Chávez ha hecho un llamado a que los trabajadores se incorporen en la milicia nacional. Tienen que estar los trabajadores porque es importante que sepan los enemigos de la revolución, el imperialismo norteamericano, que la industria petrolera está al servicio de nuestro pueblo. No vamos a permitir que nos la quiten", arengó el ministro a sus empleados, durante el primer encuentro nacional de Comités Socialistas de Trabajadores de la industria petrolera, que se realizó el martes en el Estado de Zulia.

Pero esa clase obrera "revolucionaria" llamada a conducir las industrias no ha crecido al mismo ritmo que el capital de este Estado petrolero. A pesar de los esfuerzos del Partido Socialista Unido de Venezuela, la revolución no ha logrado, en 10 años, hacerse con una base sindical sólida, y las reivindicaciones laborales en el sector público, desde el magisterio hasta los petroleros, están a la orden del día.

Por eso, para cerrar el círculo, el Gobierno también se ha planteado sustituir a los sindicatos por "comités socialistas de trabajadores" con los que el Estado-patrón sí estaría en disposición de negociar contratos y salarios. Una figura a la que también se refirió el martes el ministro Ramírez: "Los comités socialistas son una línea del comandante Chávez, son una línea de nuestro partido. No puede haber ninguna empresa bajo control estatal que no tenga comité socialista. Quien no tenga comité socialista es sospechoso de estar conspirando contra esta revolución".

lunes, 20 de julio de 2009

Chávez lo quiere todo

EDITORIAL

El presidente venezolano acumula un poder sin precedentes refrendado por la Asamblea

Durante algún tiempo hubo motivo para dudar; el presidente venezolano Hugo Chávez tuvo siempre un talante autoritario, pero en sus primeros años de Gobierno fue relativamente cauto. Hoy ya está, sin embargo, claro que lo quiere todo. Y por los graves errores de la oposición, que le regaló con su omisión en las urnas la Asamblea, puede permitirse hacerlo dentro de una legalidad a su medida. Así es como se va forjando el Estado que encarna el llamado socialismo del siglo XXI, sistema que, sin embargo, ya se conocía en la historia como capitalismo de Estado; un capitalismo, en buena medida social, pero regido por la más absoluta arbitrariedad, por los aleatorios deseos del líder.

El último avatar de esta ofensiva para la dominación de todos los resortes del poder será la aprobación, probablemente antes de fin de año, de la ley sobre la propiedad social, que así enunciada, no debe de sonar mal, puesto que hasta la Iglesia sostiene que ese derecho no puede ser nunca irrestricto. Pero ocurre que la ley, acogida con nutrida división de opiniones, es un ejemplo de cómo entiende Chávez la gobernación, pensada como está para legalizar a posteriori la estatalización o confiscación de industrias alimentarias y tierras de labor, así como tiene hoy ya en el punto de mira a los medios, con la anunciada revisión de las condiciones de emisión de cerca de 300 radios y televisiones del país.

La pugna latinoamericana entre chavismo y antichavismo abarca cada vez más teatros de acción, como el forcejeo diplomático sobre Honduras, en el que Venezuela opera, si bien con extraordinaria truculencia, junto a las democracias para exigir el restablecimiento de Manuel Zelaya en la presidencia contra los golpistas de Roberto Micheletti; y, a tenor de un informe del Congreso norteamericano, se extiende, por añadidura, al ominoso terreno del narcotráfico. Según estas fuentes, Venezuela se habría convertido en un gran puerto de embarque de la droga con destino a EE UU, lo que desmiente airado el presidente Chávez.

La última batalla, sin embargo, no se ha perdido todavía. Parte de la opinión nacional ha reaccionado muy críticamente contra la propuesta de ley sobre la propiedad, y la presidencia ha congelado para consultas el proyecto. Chávez aún no lo tiene todo. El autoritarismo avanza, pero ecos de la libertad y del pluralismo aún se hacen oír en Venezuela.