CANARIASVENEZUELA

jueves, 20 de noviembre de 2008

CRÍTICOS DENUNCIAN QUE CHÁVEZ QUIERE INTIMIDAR A SUS RIVALES DE CARA A LAS ELECCIONES


El presidente Hugo Chávez está amenazando con encarcelar a un popular líder opositor, enviar tanques a las calles y recurrir a la fuerza para defender los resultados de las elecciones estatales y locales previstas para el domingo.

Los comicios representan una prueba importante en torno al apoyo que tiene Chávez, un año después de que los venezolanos rechazaron su intento de implementar varias reformas que, entre otras cosas, le hubieran permitido ampliar el mandato presidencial y reelegirse de inmediato.

Los críticos han señalado que Chávez recurre a tácticas para intimidar y desprestigiar a los contrincantes, ante el temor de que los candidatos oficialistas pierdan.

“Se ha desatado una ola de intimidación, insultando a los que percibe como enemigos y lanzando amenazas contra cualquiera que no cree en su proyecto político”, dijo a The Associated Press Manuel Rosales, gobernador opositor del estado de Zulia.

Rosales, considerado favorito para derrotar al candidato chavista para alcalde de Maracaibo, la segunda ciudad más grande del país, añadió que “esto no es democracia, en Venezuela hay una fachada de democracia”.

El martes, en un discurso vehemente a sus simpatizantes, Chávez amenazó con sacar del aire cualquier canal de televisión que transmita por adelantado los resultados electorales, y agregó que ha girado órdenes a la Dirección General de Servicio e Inteligencia y Prevención, y a la Dirección de Inteligencia Militar, para mantener vigilado a Rosales.

“¡Yo he dicho al Disip, al DIM que lo tengan pillado porque sé que está haciendo planes para volar e irse del país. Tiene que ir a prisión el bandido ése, ladrón!”, señaló el presidente.

Chávez destacó que Rosales ha sido acusado de actos de corrupción.

“Rosales tiene no sé cuántas denuncias y ha sido imposible hasta ahora que concluya una sola, y hay pruebas, no son ataques infundados o guerra sucia, no, no”, agregó.

Chávez ha amenazado también con cortar la entrega de fondos federales y enviar a los tanques a las calles de los estados que terminen en manos de los opositores, y ordenó a los soldados tomar temporalmente un aeropuerto dentro de una disputa con el gobernador opositor del estado de Sucre.

Los simpatizantes de Chávez elogiaron la decisión y al día siguiente saquearon las oficinas de un alcalde opositor.

“Esta es una revolución que está armada y un pueblo que está dispuesto a defender el proceso revolucionario”, advirtió el líder venezolano la semana pasada, al pronosticar una respuesta violenta de la oposición a las posibles victorias de sus aliados.

Los colaboradores de Chávez niegan que el gobierno aplique alguna campaña organizada para intimidar a los rivales.

Pero los políticos opositores, personalidades en los medios informativos y otros críticos culpan al presidente por actos de hostigamiento realizados por grupos de simpatizantes de Chávez, investigaciones penales con probables móviles políticos y pesadillas burocráticas, como interrogatorios de horas por parte de agentes de inmigración en los aeropuertos.

Las autoridades dicen que ésos son procedimientos de rutina, pero el profesor venezolano de sociología, Heinz Sontag, quien pertenece al Movimiento 2-D de oposición, culpa a Chávez por la revocación de su pasaporte válido el mes pasado, cuando volvió de un viaje.

“Creo que el percibe el descontento creciendo, y está reaccionado con rabia”, dijo Sontag.

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