CANARIASVENEZUELA

viernes, 21 de noviembre de 2008

ELECCIONES 23-N TENDRÁN CARÁCTER PLESBICITARIO

Los venezolanos irán a las urnas el domingo para elegir autoridades regionales en unas elecciones que, pese a su carácter local, serán usadas por Chávez para medir la aceptación de su proyecto. Así lo dice un análisis de la agencia France Press (AFP).

Mientras el mandatario medirá la popularidad de la revolución bolivariana, la oposición tendrá la ocasión de ver si se fortalece la tendencia abierta en diciembre de 2007, cuando la reforma constitucional propuesta por Chávez, fue rechazada en referéndum, en lo que fue la primera derrota del mandatario en las urnas. “Esto es un maratón hacia la libertad. Quien se para, pierde. Son elecciones regionales pero son elecciones nacionales (…) porque el contrapeso que surja del 23 de noviembre será esencial para frenar el tema de la reelección presidencial”, que el presidente pretende presentar a los ciudadanos en 2009, aseguró a la prensa local el coordinador nacional de Primero Justicia, Julio Borges.

Diversos responsables de oposición, que consiguieron presentar candidaturas unitarias en la mayoría de estados y ciudades, afirman que Chávez planteará de nuevo tras estos comicios la reelección indefinida para el presidente, cuestión que fue incluida en el proyecto de reforma rechazado en 2007.

El propio mandatario, que debe abandonar el poder a principios de 2013, ha mencionado sutilmente una supuesta permanencia en el poder más allá de esta fecha.

“Cuatro años es lo que me queda (…) No discutamos eso ahorita, lo hablamos después de noviembre (…) Me quedan cuatro años, pero Dios es el que sabe”, dijo recientemente.

Para el secretario general del partido Podemos (disidente del chavismo), Ismael García, “lo que está en juego” el domingo próximo “es el destino definitivo de la patria”.

“No es que elijamos gobernadores y alcaldes eficientes. (…) La gente rechazó la reelección indefinida en la reforma y las mismas cosas que la gente rechazó hoy están en juego” nuevamente, declaró este jueves.

Consciente de que su invulnerable popularidad se había visto deteriorada en 2007, Chávez tomó las riendas de esta campaña y realizó un recorrido maratónico por todo el país acompañando a los candidatos del Partido Socialista (PSUV) y pronunciando un entusiasmado discurso de victoria.

En una reciente entrevista con la AFP, el ministro de Información Andrés Izarra explicó que el presidente estaba explotando “la posibilidad real que tiene el partido de ganar en todas las gobernaciones”.

“Nos estamos jugando el futuro de la revolución, el futuro del socialismo, el futuro de Venezuela, el futuro del gobierno revolucionario, y también el futuro de Hugo Chávez”, declaró Chávez en estos días, mostrando que estas elecciones van mucho más allá del ámbito regional.

Tal vez por ello, las cuestiones locales se han dejado de lado en la campaña y Chávez se ha concentrado en defender el proyecto de “revolución bolivariana”, denunciar los supuestos planes de golpe de Estado de la oposición y trazar un negro futuro en caso de que el oficialismo pierda en estados clave.

Para los responsables de institutos de sondeos, la victoria o derrota de unos y otros no se medirá en números, ya que está claro que el partido de Chávez será superior, sino en símbolos.

El estado Zulia, Barinas, tierra natal de Chávez, Miranda, cuya capital es Caracas, o el pobre y violento municipio caraqueño de Sucre, son claves para que ambas partes lean los resultados del domingo.

En este momento, la oposición posee dos estados sobre un total de 24 (incluyendo el Distrito capital) y hay otros cuatro en manos de disidentes del chavismo.

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