CANARIASVENEZUELA

martes, 18 de noviembre de 2008

CHÁVEZ SACRIFICÓ A DI MARTINO


Por quinta vez, en un mes de campaña, el presidente Hugo Chávez visita al Zulia. Desde el discurso en el que gritó iracundo que Manuel Rosales, candidato a alcalde de Maracaibo es un "desgraciado" y que Pablo Pérez, candidato a la Gobernación es un "imbécil", el apoyo ha girado en contra de sus abanderados en el estado. Luis Vicente León, director de Datanálisis, precisa mejor la situación.
"Chávez sacrificó su triunfo en el Zulia. Chávez, sacrificó a Di Martino". A juicio de León la rabia de Chávez nada tiene que ver con este estado. Es sólo la excusa. "Al igual que aquí, en los estados opositores ha hecho lo propio". Pero precisa que Zulia es el único bastión opositor relevante. - ¿Por qué Chávez viene insistentemente al Zulia? - Venir al Zulia es una necesidad para Chávez, para cambiar el juego y reducir los espacios opositores. 

Él no puede permitir que el debate electoral se traduzca en un debate entre candidatos a gobernadores y alcaldes alrededor de los temas de eficiencia de gestión de Gobierno. Si esa pelea se da en ese plano -que es lo normal en una elección regional- los candidatos opositores le van a ganar a los chavistas, porque la oposición en esos espacios tiene candidatos de alto nivel que son actores que sí tienen conexión popular. Lo otro es que la eficiencia de gestión del Gobierno venezolano en los últimos ocho años ha sido desastroza y la población la evalúa terriblemente mal. 

Si él permite que el debate sea regional pierde. - ¿La pelea del Presidente es con quién, con Rosales o con la oposición? - Chávez ha plebiscitado la elección regional y la convierte en un debate entre Chávez y los golpistas, Chávez y los asesinos, Chávez y los corruptos opositores, el imperio y los oligarcas. Así la polariza y Chávez rescata el liderazgo de Rosales y lo convierte en un puchimbol que le permita simbólicamente mostrar que la pelea es entre él y la oposición tradicional, con quien peleó en el pasado y derrotó. 

Rosales tiene el perfil perfecto para convertirlo en el enemigo necesario, no en Maracaibo, sino nacionalmente. ¿Por qué amenaza con ponerlo preso?, porque es puro show. Lo que está haciendo es exacerbar, subir a Rosales mucho más arriba de la potencia numérica para ponerlo al frente. Poner la pelea de igual a igual. Se podría decir que Chávez se equivocó porque atacó a Rosales y atacó a Pablo Pérez y Rosales y Pablo se posicionaron mejor. Rosales seguramente va a subir en el liderazgo nacional y Pérez probablemente será el gobernador de Zulia. - 

¿Cuál es la importancia que Chávez le da a esta elección? - Que él tiene que ganar. No por controlar a los gobernadores y alcaldes, sino porque su objetivo central es el mantenimiento en el poder. Su objetivo principal es ese y necesita ir a una reelección contínua. Como no la logró en diciembre pasado tiene que repetir la experiencia de una reforma constitucional y ganarla. Para que Chávez gane una propuesta de reelección y luego gane la reelección, no puede darse el lujo de volver a perder porque eso afectaría muchísimo su imagen de fortaleza. Hay que analizar la acción del Presidente no solamente como un elemento zuliano. La acción de Chávez en el Zulia no es una acción local sino nacional, que además proviene de una estrategia de polarización electoral que incluye todas las plazas donde siente que hay un problema electoral: en Zulia, Carabobo, Miranda, Sucre y Nueva Esparta. 

¿Qué es lo que tienen en común esas plazas donde está haciendo sus visitas más fuertes?. Que los candidatos opositores tienen una ventaja electoral. Para Chávez ganar las elecciones regionales es vital para garantizar una posibilidad de éxito en una potencial reforma constitucional que pueda venir el año que viene. - ¿Chávez puede ser derrotado el 23 de noviembre? - Claro que puede ser derrotado. Es decir, puede ser derrotado, no quiere decir que lo van a derrotar. Todo depende de las negociaciones, de la oposición. - ¿La oposición tiene en sus manos que Chávez pierda sus fortalezas? - 

Eso en partes. Porque por otro lado Chávez no es mocho. - ¿El Presidente no tiene competencia? - No tiene competencia nacional concreta, con cara visible. Tiene a la oposición como bloque, pero no hay un liderazgo. - ¿Ha sido bueno o malo para Hugo Chávez ser el líder único, eso lo ha desgastado? - Es un desgaste relativo. Todavía sigue siendo el líder. Pero en política los líderes siempre tienen vida finita. Cuando haya demanda de líderes opositores habrá oferta, lo que pasa es que ahorita la oposición no está buscando líderes porque sigue a Chávez para rechazarlo y mientras su ruta sea rechazarlo entonces no se necesita a nadie. Chávez necesita no sólo ganar la mayoría de las gobernaciones y alcaldías, sino que necesita mostrar que él es fuerte y está luchando contra una oposición que es evidentemente más débil. Lo que ocurre es que cada triunfo de la oposición, cada gobernación que la oposición gane, cada alcaldía que gane, vale infinitamente más. Porque lo usual es que Chávez gane. - ¿Cómo se determina eso? - 

El primer elemento es que entendamos que la oposición no tiene que ganar más, sino que tiene que mostrar símbolos y eso ya le hace mucho daño a lo que Chávez quiere que es mantenerse como un líder absoluto y todopoderoso. Hay tres símbolos concretos que la oposición debe buscar. La primera simbología se construye alrededor del corredor electoral principal, que son los ocho estados donde se concentra más del 60 por ciento de los electores y esos son Caracas, Miranda, Aragua, Carabobo, Lara, Zulia, Anzoátegui y Táchira. Si la oposición logra no ganar sino logra controlar una parte importante de esos ocho estados, entonces habrá mandado la señal. Yo te ronqué en la cueva. 

Te muestro que soy tan fuerte como tú e incluso más. El segundo símbolo son los estados disidentes, donde la pelea no es entre Chávez y la oposición. Y el tercer símbolo es el municipio Sucre del estado Miranda, porque allí está el barrio pobre más grande de América Latina y Chávez ha vendido la tesis de que la oposición es elitesca. Si la oposición logra ganar el barrio más grande del país, habrá mandado un mensaje concreto de que se puede penetrar la base. 

Perfil Luis Vicente León es socio director de Datanálisis y articulista de El Universal. Sus estudios sobre la situación política, económica y social del país son referencia. La firma que dirige es una de las más aceptadas por la fidelidad de sus números. Tiene 48 años, es economista graduado en la Universidad Católica Andrés Bello, con máster en Ingeniería Empresarial de la Universidad Simón Bolívar. Especialista en Industria de la Escuela de Organización Industrial y Especialista en Estudios del Comportamiento en la Manchester Business School.

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