Encontrábame yo en una vulgar arepera a eso de las tres de la mañana dispuesto a pedir la acostumbrada de pernil (de esas a las que le meten medio kilo de la jugosa pata del porcino) y un toddy frapeao (porque arepa de pernil con toddy caliente produce efectos alucinógenos), cuando de repente veo que en la mesa contigua se sientan MG y MHO (Confieso que había apagón y las luces de emergencia no permitían ver bien. Quizá no eran MH y MHO, sino TP y LM o hasta el mismo HCH y JCH). En todo caso, mis antenitas de vinilo comenzaron a detectar algo raro. Para comenzar, no es normal encontrase a un par de figuras tan reconocidas a esa hora en El Granjero. Hice lo posible por mimetizarme con el entorno, como depredador. Recliné la silla de madera y cuero de vaca peluda sobre sus dos patas traseras, cosa que no me costó mucho, porque esas sillas siempre están descuadradas y se balancean con facilidad. Esto fue lo que escuché. Saque usted sus propias conclusiones:
MG: Hola, MHO.
MHO: Hola, MG.
MG: Qué bueno que viniste. Aquí podemos hablar con tranquilidad, sin que nadie nos grabe… (la conversa era evidentemente secreta)
MHO: Umjú… (Ya este “umjú” denotaba que algo oscuro había de trasfondo). ¿No te provoca tomar algo?
MG: Sí, un cacique. (¿Escuálido tomando cacique? ¡Basié! Era obvio: estaban hablando de Miquilena).
MHO: ¡Mesonero! Un cacique para el señor y Etiqueta Negra para mí (Etiqueta Negra es pésame -pensé esta gente anda en una vaina. Lo que sea que tramen conlleva luto).
La intervención del mesonero me hizo suponer que había complicidad en él:
Mesonero: Los tequeños están calientes… (Sin duda se estaba refiriendo a la banda de los enanos -pequeños- que, seguramente, están muy molestos por lo de la conspiración, probablemente porque no los incluyeron).
MG: ¿Tú tienes bolitas de carne? (Ahí sí ya no me quedó ninguna duda de que el mesonero estaba en la vaina y que lo que MG preguntaba era si tenía guáramos para conducir la operación).
Mesonero: Claro que sí, doctor, y hervido de gallina…
(Lo de la gallina seguro aludía a un militar ex golpista bueno de venido luego en golpista malo y que a estas alturas no se sabe muy bien si era un infiltrado de allí acá o es un infiltrado de aquí allá).
MHO: No se hable más…Tome la orden.
Mesonero: La comanda está tomada (¡Ay, papá!, ¿Se estaba refiriendo acaso a una toma militar y comanda era el apócope de Comandancia?).
Llegado a este punto, las dos patas de la silla cedieron y me fui al piso justo en el momento en que, con un sorbo de toddy, trataba de pasar el tarugo… del pernil y de lo que escuchaba.
Afortunadamente los fascistas no me reconocieron por el amasijo de cadáver de cerdo salpicado de chocolate que camuflaba mi rostro, pero igual salieron corriendo, imagino que por precaución, y abordaron sendas Hummers en la puerta, lo cual me puso a dudar.
¿Y si no son quienes yo pienso? ¿Y si se trata simplemente de un par de inocentes corruptos que lo único que quieren es apropiarse de unos milloncejos de los verdes? ¿Será que estoy monotemático de escuchar tantas cadenas al punto de que por todos lados veo conspiraciones? Mis propios pensamientos me asustaron, pero a los pensamientos nadie los graba… ¿o sí?
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