CANARIASVENEZUELA

jueves, 22 de enero de 2009

UN ASALTO QUE NADIE VE

Ante la toma ilegal de la Alcaldía Mayor, los cuerpos de seguridad siguen de brazos cruzados. Mientras, miles de trabajadores no tienen donde trabajar

A cinco días de la toma ilegal del edificio principal de la Alcaldía Metropolitana, ni la Fiscalía, ni la Policía Metropolitana, ni la Guardia Nacional, ni la Disip han tomado acciones para sacar a los invasores y restituir la normalidad en las actividades del organismo.

Así lo asegura Angel Rangel, secretario de seguridad ciudadana de la Alcaldía Mayor. “Pensamos que la toma es una acción coordinada con el Gobierno Nacional”, asegura, al recordar que el sábado pasado, cinco minutos después de que la PM dejara de resguardar las instalaciones del Palacio Metropolitano, llegaron los chavistas que tomaron a la fuerza las instalaciones.

Rangel no se explica cómo los organismos de seguridad no han dado ninguna respuesta, pese a las denuncias interpuestas en la Fiscalía, en la Defensoría del Pueblo, y presentadas ante los medios de comunicación.

Por el momento, el secretario de seguridad ciudadana asegura que no convivirán con la violencia, ni generarán confrontación como lo pretenden los tomistas afectos al gobierno. “No es resignarse, es no desgastarnos”, explicó Rangel, al señalar que cuando las instalaciones estén resguardadas los trabajadores podrán volver a sus labores con normalidad.

La toma de varios edificios de la Alcaldía Metropolitana -como el Palacio metropolitano y el Instituto de Patrimonio Cultural-, ha traído consecuencias directas para los empleados de la institución. Más de 2 mil trabajadores de la Alcaldía Mayor no están trabajando. No porque no quieran, sino porque no tienen lugar donde desempeñar sus labores, según lo indicó Luisa Fernández, presidenta del sindicato de trabajadores.

Este desajuste laboral afecta a los jubilados, que no pueden renovar su fe de vida en la Alcaldía para seguir cobrando su pensión; a los proveedores que quedaron con alguna cuenta pendiente; o a las comunidades, que quieren reunirse con el alcalde para plantearle sus inquietudes.

“La situación llegó hasta tal punto que el 80% de los trabajos administrativos de la Alcaldía están paralizados”, indicó la presidenta del sindicato. Las actividades sociales, deportivas y de proyectos que realiza la institución corrieron mejor suerte, pues aún se cumplen con normalidad.

La paralización de gran parte de la administración del organismo se produce por la falta de espacios para el 6% de los empleados activos de la Alcaldía, que en total suman 33 mil, según lo indicó la dirigente sindical. “Están afectados los trabajadores de las 22 jefaturas civiles, del palacio de gobierno, de la prefectura, y otros espacios”, enumeró.

Algunos fueron reubicados en el edifico Centro Financiero Latino, en la avenida Urdaneta, y otros grupos en dependencias “ubicadas en sitios que no podemos revelar por motivos de seguridad”, señaló Fernández.

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