CANARIASVENEZUELA

miércoles, 21 de enero de 2009

LA INFLACIÓN QUE CHÁVEZ NO VE

La situación inflacionaria tiene confundido al gobierno y al BCV, que no atinan a dar con las políticas para contener el alza de los precios ante el fracaso monumental de los controles de precios y de cambio, medidas éstas que ya están desgastadas

En 2008, el gobierno se fijó una meta de inflación de 11% pero los precios aumentaron 31%. La situación inflacionaria tiene desconcertado y confundido tanto al gobierno como al BCV, quienes no atinan a dar con las políticas para contener el alza de los precios ante el fracaso monumental de los controles de precios y de cambio, medidas éstas que ya están desgastadas.
Lo más grave de todo es que la inflación de los alimentos se disparó el año pasado hasta 47% desde un 31% que había alcanzado en 2007. El presidente Chávez, en su alocución en la Asamblea Nacional, dijo que la inflación no afectaba a los pobres porque los precios en Mercal no habían aumentado.
Las cifras del BCV desmienten totalmente al Presidente en virtud de que el estrato más pobre de la población (estrato I) acumuló una tasa de inflación de 36%, en tanto que el estrato más rico (estrato IV) registró una inflación de 30%.
Así, la mentira del Presidente quedó al descubierto. Pero quien en realidad puso la cómica fue el presidente de la Comisión de Finanzas del Parlamento, diputado Ricardo Sanguino, quien afirmó que esas mediciones de inflación del BCV no eran adecuadas porque el índice de precios, empleado para cuantificar la inflación, correspondía a una economía capitalista y la de Venezuela era socialista.
ALÍ DA LA CARA
En medio de las tinieblas intelectuales en materia económica, quien ha salido a dar la cara ha sido el ministro de Finanzas, Alí Rodríguez, quien en el cuadro de orfandad del gobierno y sin ser economista, ha elaborado una explicación del incremento de los precios que lleva a concluir que en Venezuela habrá inflación alta para rato.
Amparado en una presentación que Rodríguez dijo le había preparado el profesor Asdrúbal Baptista, en un programa de Venezolana de Televisión el ministro afirmó que la inflación en Venezuela es un fenómeno estructural y que no hay soluciones a corto plazo.
Basó Rodríguez esa aseveración, gráfico en mano, en otra que se desprende, entiendo yo, del trabajo del profesor Baptista: “La capacidad de compra del país está por encima de su capacidad de producción, es decir que el consumo excede la producción”.
Esa forma de ver la inflación en Venezuela es total y absolutamente carente de sentido y sustento estadístico, toda vez que en diversos trabajos empíricos realizados anteriormente a solicitud de las autoridades del BCV dicha tesis fue refutada y los resultados de esas investigaciones archivados. Se emplearon en aquella ocasión técnicas sofisticadas y los resultados no validaron la hipótesis de la inflación estructural o el poder monopólico para fijar los precios en Venezuela.
LA INFLACIÓN
Más allá de las sofisticaciones metodológicas abundantes en la literatura, si la interpretación del ministro Rodríguez fuese cierta, en el sentido de que la inflación en Venezuela está en la estructura misma de la economía, debido a la renta petrolera, cómo se explica entonces que la misma economía venezolana, siendo todavía más rentista durante los años cincuenta y sesenta haya tenido bajísimas tasas de inflación, incluso menores que las de EEUU y Europa.
En efecto, entre 1950 y 1959 la tasa de inflación promedio en Venezuela se cifró en 1,6%, mientras que en el lapso 1960 y 1969 alcanzó 1,1%. Y se trataba de la misma economía rentista que tenemos hoy, donde el desequilibrio al que alude el ministro tal vez era más acentuado.
Lo que el ministro se niega a aceptar es que la inflación guarda una estrecha relación con la disciplina fiscal y monetaria y ello es lo que explica en buena medida la tasa de inflación que actualmente sufre Venezuela, donde existe un ex banco central que no cumple funciones de autoridad monetaria y un fisco con gastos fuera de control y sin la debida responsabilidad en el manejo de las cuentas públicas.
Mientras el ministro Rodríguez intenta resolver los problemas estructurales de la economía, que este gobierno ha agravado, y que llevará décadas solventar, los venezolanos seguiremos padeciendo de altas y crecientes tasas de inflación. Con historia económica no se hace política económica efectiva.


No hay comentarios: