Cinco bombas lacrimógenas fueron lanzadas hoy contra la zona de jardines que rodea la Nunciatura en Caracas, sin ocasionar daños de consideración, señalaron representantes de esa legación diplomática en Venezuela.
Hora después, al menos otra bomba lacrimógena y una bomba sonora fueron arrojados contra dirigentes estudiantiles de la Universidad Central de Venezuela (UCV) opuestos al Gobierno, lo que dejó a un estudiante con problemas de audición.
En la Nunciatura se recogió un panfleto que hace presumir que la acción fue obra del grupo llamado "La Piedrita", formado por sectores radicales simpatizantes del "chavismo", con sede en el barrio "23 de Enero" de la capital venezolana. "El grupo de trabajo La Piedrita y nuestro máximo líder, Valentín Santana, informamos al pueblo rebelde de Simón Bolívar de que nuestra organización revolucionaria desconoce a la cúpula eclesiástica de la Iglesia Católica y la señala como traidora y cobarde a las verdaderas luchas del pueblo venezolano", reza el panfleto.
Se espera que la Nunciatura emita un comunicado sobre el hecho en las próximas horas.
En ocasiones anteriores, el grupo "La Piedrita" ha lanzado artefactos lacrimógenos contra el canal privado de noticias Globovisión, opositor al Gobierno del presidente venezolano, Hugo Chávez, y contra periodistas como Marta Colomina. El Gobierno ha rechazado estas acciones, pero no se tiene noticia hasta ahora de que la policía haya detenido a alguno de los miembros de ese grupo, aunque la Fiscalía indicó que ha abierto investigaciones.
Horas después del ataque contra la Nunciatura, un número no precisado de bombas lacrimógenas fue lanzado por personas no identificadas a un grupo de dirigentes estudiantiles de la UCV, sin que se informara de heridos o daños materiales. El presidente de la Federación de Centros Universitarios de la UCV, Ricardo Sánchez, repudió el ataque e indicó que el Estado venezolano es el único que tiene acceso legal a ese tipo de armamento, en referencia a las bombas lacrimógenas.
"Estás son las cosas que no pueden seguir pasando en Venezuela (...) el recinto universitario es inviolable. El movimiento estudiantil no debe caer en el juego de la violencia", dijo Sánchez a los medios locales. Asimismo, presuntos afectos al oficialismos arrojaron un número no precisado de bombas sonoras contra Sánchez y otros dirigentes estudiantiles cuando salían de la sede de la Fiscalía General de República, adonde acudieron a denunciar los ataques en su contra.
Miguel Pizarro, dirigente estudiantil de la UCV, declaró a los medios locales que el estruendo de la bomba sonora le afectó el 40 por ciento de la audición, al citar el parte médico que recibió en el Hospital Universitario, situado dentro de esa casa de estudios.
Por otra parte, el director del canal privado de televisión por cable Radio Caracas Internacional, Marcel Granier, denunció hoy ante los medios de comunicación que también arrojaron una bomba lacrimógena contra su residencia.
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