CANARIASVENEZUELA

martes, 20 de enero de 2009

FINANCIAR GASTO PÚBLICO CON RESERVAS "EXCEDENTARIAS", ES UNA DEVALUACIÓN MONETARIA DEL 100%

Las reservas en divisas extranjeras las adquiere el Banco Central, comprándole a Pdvsa-y a otros exportadores-los dólares estadounidenses que obtuvieron por la venta de sus productos de exportación, pagándoselos al cambio oficial de BsF. 2,15 por dólar estadounidense-luego Pdvsa le transfiere al gobierno esos BsF., al cumplir sus pagos de impuestos, regalías, y ganancias establecidas en las leyes vigentes-es decir, cada dólar estadounidense que mantiene el Banco Central en forma de reservas ya fueron convertidos en BsF. 2,15, cada uno-por lo que cuando el gobierno toma parte de esas reservas en dólares para financiar el gasto público, por segunda vez, está obligado a convertirlas nuevamente a la moneda de curso legal en nuestro país; el bolívar fuerte (BsF), conforme al cambio oficial de BsF. 2,15 por cada dólar estadounidense; es decir, el gobierno obtiene BsF. 4,30 por cada dólar que proveniente de las reservas “excedentarias” que es usado para financiar el gasto público-y eso es de facto (de hecho) una devaluación monetaria del bolívar fuerte de un cien por ciento (100 %).
El valor real de la moneda de cualquier país está sustentado por el desempeño de su economía; específicamente por el llamado PIB (Producto Interno Bruto), que es el valor en la moneda oficial de cada país, de la suma total de los bienes y servicios producidos durante un año-ajustado conforme al nivel de la inflación vigente-es decir, los millones de barriles diarios de petróleo, de los centenares de miles o millones de toneladas de productos agropecuarios, pesqueros, forestales y mineros; y todas las cantidades de productos manufacturados (como textiles, calzados, materiales para la construcción, productos plásticos, metálicos, de madera-es decir, desde palitos de fósforo, hasta tractores, y millares de otros productos), a los que deben añadirse el valor de las cantidades de servicios producidos; como megavatios de electricidad, litros por segundo de agua potable, cantidad de nuevas líneas telefónicas (alámbricas e inalámbricas), kilómetros de carreteras (de tierra, engranzonadas o pavimentadas), kilómetros de vías férreas, instalaciones portuarias (marítimas, fluviales y lacustres), aeropuertos, helipuertos, silos, frigoríficos, galpones para almacenamiento, y otra larga lista de servicios de salud, educativos, acueductos, canalizaciones de ríos y quebradas, plantas de tratamiento de agua potable y sistemas de cloacas y plantas de tratamiento de aguas negras y de drenaje y canalización de aguas de lluvia; así como servicios ambientales como programas de prevención de plagas y enfermedades como las fumigaciones contra insectos y roedores, y las campañas de vacunación-tanto de personas, como de rebaños de animales destinados al consumo humano-y muchos otros servicios, como las plantas beneficiadoras y mataderos de esos animales (pollos, patos, gansos, pavos, codornices, avestruces, cerdos, reses, etc., etc.,)-como también los servicios de seguridad (escuelas de policía, laboratorios de dactiloscopia, ADN, balística, microanálisis, número de detectives, agentes, inspectores, comisarios, patrullas, salas de sumariación de expedientes y departamentos de investigación criminal y de laboratorios de análisis de sustancias psicotrópicas y estupefacientes, etc.)
La Casa de la Moneda, no debería imprimir durante cada año, más billetes ni acuñar más monedas, que la cantidad de bolívares fuertes al que ha alcanzado el PIB-y así se determina el valor de una moneda; cuyo valor debe reducirse en un porcentaje igual a la inflación vigente, para saber su valor real, y su paridad frente a las monedas de los restantes países del mundo.
Así que cuando nos enteramos que Pdvsa debe reducir sus niveles de producción de barriles diarios de petróleo, para cumplir con las cuotas que le establece la OPEP, sabemos que se está reduciendo; tanto nuestro PIB, como el valor de nuestra moneda. Y cuando nos enteramos de las cifras de inflación mensual, trimestral y anual, sabemos que el valor de nuestra moneda y de nuestro PIB se ha reducido en los porcentajes anunciados.
Y cuando nos enteramos de las importaciones que hace nuestro país, para cubrir la demanda de productos y servicios que no puede ser cubierta por la producción nacional, sabemos que nuestro PIB no alcanza para cubrir las necesidades de la población, y que el valor de nuestra moneda que se sustenta en el tamaño de ese PIB, no es mucho.
Así que la Casa de la Moneda puede imprimir y acuñar más billetes y monedas para convertir en bolívares fuertes a las reservas “excedentarias” que mantiene en dólares estadounidenses, el Banco Central, pero el valor de esos nuevos bolívares fuertes es mucho menor al que tenían cuando nuestro PIB era mayor y la inflación era menor.

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