• Edificaciones cercanas a la Plaza Bolívar están tomadas por oficialistas.• Temen que nos les paguen la quincena.
El sindicato de los trabajadores de la Alcaldía Metropolitana denunció que más de 2.000 empleados no pueden trabajar, ya que grupos irregulares tomaron dependencias de este despacho el sábado. Pautaron una asamblea para el jueves para discutir las acciones que emprenderán. No obstante, ya comenzaron a preparar un recurso de amparo para presentarlo ante el Tribunal Supremo de Justicia.
Recordaron que el 9 de enero grupos armados tomaron la Prefectura, el viernes pasado entraron al edificio del Cine Rialto, y un día después ingresaron al Palacio Metropolitano, donde laboraban cerca de 500 personas. En estas instalaciones funcionan el Instituto de Patrimonio Cultural de Caracas y las direcciones de Cultura, Consultoría Jurídica, Protocolo, Política, Información y Finanzas.Temen que no se les cancele su quincena por este problema. "Los trabajadores del área administrativa no pueden entrar al Palacio Metropolitano para arreglar el pago de la quincena, porque no los dejan, y temen por su vida", expresó Olga Cáceres, secretaria del Sindicato Unitario de Empleados Públicos de la Alcaldía Metropolitana.Cáceres manifestó que no tienen identificados a la totalidad de los tomistas, pero entre ellos hay algunos empleados a los que se les venció el contrato con la alcaldía el 31 de diciembre pasado.Atalayas metropolitanas. Los alrededores de la Plaza Bolívar se han convertido en bastiones. La puerta de la Prefectura permanecía custodiada por cerca de 20 simpatizantes del oficialismo, que se mostraban renuentes a hablar con los medios de comunicación social.Sólo dijeron apoyar al personal contratado que, aseguran, despidió el alcalde metropolitano, Antonio Ledezma.María Fuentes, antigua empleada contratada, informó que están recolectando firmas entre los afectados para pedir el reenganche en la Inspectoría del Trabajo.El edificio Gual y España, donde también funcionan dependencias de la alcaldía, no ha sido tomado. Sin embargo, con recelo, se cercioran de que no entren personas extrañas a la institución. "No queremos que nos invadan como sucedió en el Rialto. Un amigo mío trabajaba allí, llegaron personas armadas y los desalojaron", expresó Agustín Duque.Los sindicalistas también denunciaron la usurpación del edificio Humbolt, pero un vigilante de la edificación informó que allí funcionan dependencias de la Alcaldía de Libertador.Ángel Rangel, director de Seguridad Ciudadana de la Alcaldía Metropolitana, informó que en los últimos años el despacho que maneja estaba en ese edificio. "Los colectivos oficialistas alegan que lo invadieron hace tres años y se lo cedieron a la alcaldía. Ahora las secretarías de Política, Deporte, Salud, Seguridad Ciudadana y Control de Gestión están en el piso 19 del Centro Latino.Le decimos el piso de los damnificados", comentó.Alcalde de un cementerio. Incluso antes de ser proclamado, al alcalde Antonio Ledezma ya le habían tomado la oficina y rayado con pintas la fachada del edificio. Sobre la reciente toma, señaló: "Quizá algunos de los que estén allí sean trabajadores, pero una cosa es cobrar y otra trabajar. Las personas que hayan trabajado y se justifiquen, tengan la postura política que tengan seguirán trabajando, y se les va a respetar su trabajo".Deploró los actos de violencia y denunció que se estuviera invitando a "una guerra civil"."Yo no quiero ser el alcalde de un cementerio, quiero ser el alcalde de una ciudad que pueda superar todas estas dificultades", agregó.El sábado se hizo la denuncia formal ante la Fiscalía; sin embargo, aún no han recibido respuesta ni se ha designado un fiscal para investigar los hechos.
Recordaron que el 9 de enero grupos armados tomaron la Prefectura, el viernes pasado entraron al edificio del Cine Rialto, y un día después ingresaron al Palacio Metropolitano, donde laboraban cerca de 500 personas. En estas instalaciones funcionan el Instituto de Patrimonio Cultural de Caracas y las direcciones de Cultura, Consultoría Jurídica, Protocolo, Política, Información y Finanzas.Temen que no se les cancele su quincena por este problema. "Los trabajadores del área administrativa no pueden entrar al Palacio Metropolitano para arreglar el pago de la quincena, porque no los dejan, y temen por su vida", expresó Olga Cáceres, secretaria del Sindicato Unitario de Empleados Públicos de la Alcaldía Metropolitana.Cáceres manifestó que no tienen identificados a la totalidad de los tomistas, pero entre ellos hay algunos empleados a los que se les venció el contrato con la alcaldía el 31 de diciembre pasado.Atalayas metropolitanas. Los alrededores de la Plaza Bolívar se han convertido en bastiones. La puerta de la Prefectura permanecía custodiada por cerca de 20 simpatizantes del oficialismo, que se mostraban renuentes a hablar con los medios de comunicación social.Sólo dijeron apoyar al personal contratado que, aseguran, despidió el alcalde metropolitano, Antonio Ledezma.María Fuentes, antigua empleada contratada, informó que están recolectando firmas entre los afectados para pedir el reenganche en la Inspectoría del Trabajo.El edificio Gual y España, donde también funcionan dependencias de la alcaldía, no ha sido tomado. Sin embargo, con recelo, se cercioran de que no entren personas extrañas a la institución. "No queremos que nos invadan como sucedió en el Rialto. Un amigo mío trabajaba allí, llegaron personas armadas y los desalojaron", expresó Agustín Duque.Los sindicalistas también denunciaron la usurpación del edificio Humbolt, pero un vigilante de la edificación informó que allí funcionan dependencias de la Alcaldía de Libertador.Ángel Rangel, director de Seguridad Ciudadana de la Alcaldía Metropolitana, informó que en los últimos años el despacho que maneja estaba en ese edificio. "Los colectivos oficialistas alegan que lo invadieron hace tres años y se lo cedieron a la alcaldía. Ahora las secretarías de Política, Deporte, Salud, Seguridad Ciudadana y Control de Gestión están en el piso 19 del Centro Latino.Le decimos el piso de los damnificados", comentó.Alcalde de un cementerio. Incluso antes de ser proclamado, al alcalde Antonio Ledezma ya le habían tomado la oficina y rayado con pintas la fachada del edificio. Sobre la reciente toma, señaló: "Quizá algunos de los que estén allí sean trabajadores, pero una cosa es cobrar y otra trabajar. Las personas que hayan trabajado y se justifiquen, tengan la postura política que tengan seguirán trabajando, y se les va a respetar su trabajo".Deploró los actos de violencia y denunció que se estuviera invitando a "una guerra civil"."Yo no quiero ser el alcalde de un cementerio, quiero ser el alcalde de una ciudad que pueda superar todas estas dificultades", agregó.El sábado se hizo la denuncia formal ante la Fiscalía; sin embargo, aún no han recibido respuesta ni se ha designado un fiscal para investigar los hechos.
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