Chávez expropia haciendas con el pretexto de garantizar los alimentos

También fue intervenida una plantación de eucaliptos de una papelera irlandesa para «sembrar otras cosas»
El Gobierno ordenó ayer la intervención de una hacienda en la que uno de los dueños es canario

Como había dicho hace unos días en su programa Aló presidente , Chávez dirige su acción de gobierno a profundizar en el socialismo, y, como parte del proceso, darle impulso a la propiedad social frente a la privada. En el marco de su revolución agraria, dijo que su empeño incluye «cambiar el régimen de propiedad de la tierra».
Después de la toma esta semana de una empresa arrocera estadounidense y de intervenir otra del más importante grupo alimentario del país, Polar, (y amenazarlo con su expropiación), ayer el Gobierno ordenó la intervención de una plantación de la papelera irlandesa Smurfit Kappa y anunció la de una hacienda, El Maizal. El mandatario dijo que les pagará «la indemnización correspondiente».
Orlando Alvarado, uno de los dueños de El Maizal (cuya familia controla la finca desde hace un siglo) junto a un socio de origen canario, señaló que la hacienda está militarizada y paralizada y que les dicen que está infrautilizada porque deben sembrar hortalizas y tubérculos. Alvarado señala que la mayor parte de ese terreno, de 2.100 hectáreas, se dedica a criar ganado y que de hecho tienen 2.000 reses.
Este afectado por las medidas gubernamentales, cree que lo que está pasando es ilógico, porque «en este país, donde se importa un 50% de la carne, pensábamos que trabajaríamos sin problemas». Chávez adelantó que la extensión «ya no es propiedad privada, sino de todo el pueblo», y que en el sitio «está naciendo una comuna», una de las nuevas estructuras sociales y de producción que propone para dedicarlas a cultivos alimentarios y así paliar la escasez. Además, indicó que afectará las fincas más cercanas a carreteras o cursos fluviales. Ya en el 2001 el mandatario declaró la «guerra a muerte» al latifundio e inició la intervención de tierras ociosas para repartirlas entre campesinos pobres que las exploten en «empresas de producción social».
La otra hacienda intervenida ayer, El Piñal, tiene más de 1.500 hectáreas y el 75% de su plantación es de eucaliptus y melina. «El cultivo del eucalipto se chupa casi todo el agua del subsuelo y vamos a sembrar otras cosas allí», justificó Chávez.
El jefe del Estado aseguró que para el éxito de la Venezuela socialista se pueden «hacer las mejores autopistas, todos los ferrocarriles y las viviendas más hermosas y grandes del mundo, pero si no cambiamos la estructura económica no estaríamos haciendo nada».
«Es el principio de la revolución agrícola y tenemos que ir al control de la semilla, de los agroquímicos..., de la tierra para garantizar la seguridad agroalimentaria», expresó ayer el ministro de Comercio, Eduardo Samán. Las industrias Heinz, de origen alemán, también fueron inspeccionadas ayer para constatar que los precios sean correctos. Es decir, que el 95% del producto se venda a precio regulado por el Gobierno.