CANARIASVENEZUELA

jueves, 26 de febrero de 2009

EL FUTURO INCIERTO DE LA REVOLUCIÓN MISIONERA BOLIVARIANA

Este derroche de recursos públicos se produce en un momento en el que la petrolera estatal PDVSA lleva cinco meses sin pagar a sus proveedores y a las empresas contratadas. Tras el derrumbe de los precios del petróleo y con el derroche populista del que hace gala la Administración chavista, la economía venezolana está al borde del colapso. Los expertos solo difieren en la estimación de los meses que tardarán en quedar vacías las arcas del Estado, ya que el 93% de los ingresos proceden del petróleo.
José Guerra, ex jefe de los economistas del Banco Central de Venezuela (BCV), declaraba días antes de las elecciones que los planes del Gobierno de utilizar las reservas del BCV para financiar el déficit fiscal «pueden provocar una agudización peligrosa de la inflación, que actualmente está en el 35%, la más alta de América Latina».
Este panorama económico está obligando a recortar drásticamente los presupuestos de las 26 misiones bolivarianas, los programas sociales que puso en marcha Chávez tras el paro petrolero del 2002, oficialmente para distribuir las rentas de la riqueza petrolera entre los más desfavorecidos.
¿Qué puede pasar a partir de ahora? Nadie alberga la más mínima duda de que el clima interno se va a ir complicando progresivamente. Los más pesimistas no descartan otro caracazo como el ocurrido en 1989.
Además, su viaje sorpresa a La Habana -que finalizaba ayer mismo y en el que se reunió con su colega cubano, Raúl Castro, y recibió los sabios consejos del amigo Fidel- refuerza esos temores. Los tres conversaron «acerca de los fructíferos vínculos existentes entre los dos países en diversos campos».

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